Carretera y lince
La muerte por atropello es la causa más común de muerte no natural de linces en la comarca de Doñana y a la ya larga lista hay que sumar el lince muerto por atropello en marzo en la carretera de Villamanrique-El Rocío, no siendo la única especie afectada, apareciendo en una prospección realizada durante sólo una semana (15 al 21 de agosto de 2001) tres ejemplares de zorro, varios erizos y conejos y un milano negro.
Semejantes tasas de mortalidad hacen incompatible la carretera con la conservación de la fauna del Parque. Se alega que con la aplicación de medidas correctoras a la carretera tipo rotondas para reducir la velocidad, pasos subterráneos para linces y vallados de exclusión que los dirijan a los pasos, se evitarían estos impactos. Sin embargo, este tipo de medidas de protección ya se han aplicado en otras carreteras de Doñana como la que une Matalascañas con Mazagón donde, sin embargo, siguen muriendo linces atropellados.
El impacto más importante de la carretera Villamanrique-El Rocío es que se establece un área de exclusión, que abarca un amplio espacio alrededor de la carretera, donde especies sensibles a la actividad humana como el lince no van a poder instalarse para reproducirse.
La especie más perjudicada sería el lince al ubicarse la carretera en el entorno de la zona de reproducción de lince mejor conservada del mundo (Matasgordas, Raposo, Cañada Mayor, Coto del Rey), restando posibilidades de acogimiento al Coto del Rey como área de reproducción de la especie, que en los últimos años ha sufrido una importante regresión que lo sitúan al borde de la extinción, estimándose la población de Doñana en 25 ejemplares y no superándose los 150 ejemplares en el total mundial. Por tanto, independientemente de que se adopten medidas correctoras, la ocupación física de la carretera de un espacio, que sin ésta sería ocupado por linces reproductores, hacen incompatible la conservación de la especie con la consolidación de esta vía como carretera.
Se puede afirmar, por tanto, que el efecto más pernicioso de la carretera no sería los linces que van a morir en ella sino los que van a dejar de nacer por su existencia.
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