'No he catado a los hombres'

A sus 21 años, y tras el éxito de 'OperaciónTriunfo', representará el sábado a España en Eurovisión. Sencilla, elemental, fresca, positiva y realista, dice que le gustan las cosas 'despacico, bien hechas y nunca con mala fe'. Adora a su familia, y ama hacer deporte - 'aunque no lo parezca'-, ir a la playa y comer. Siente debilidad por el chocolate.

Pregunta. ¿Es usted la bomba?

Respuesta. ¿La bomba? No, no. Yo no me siento una estrella.

P. ¿Hasta dónde está de Rosa López, la de Armilla?

R. Hombre, yo intento seguir siendo igual, pero cuesta un poquito mantener la situación.

P. ¿Es cierto que para hablar con usted necesito un traductor de armillano?

R. Es que yo he sido una persona que no ha salido mucho de casa. Hablar así ha sido influencia de mi propia familia.

P. Creí que era por su frase 'Hablo tan mal porque me da vergüenza que se me vea la boca'. Haga un esfuerzo, que no me chivaré de lo que vea.

R. Aunque quiera hablar bien, ya no puedo. Desde chiquitilla tenía un complejo de los dientes torcidos, y siempre he hablado con los labios medio cerrados.

P. Una parapsicóloga de Logroño dice que ganará Eurovisión.

R. Huy, yo qué sé. Que sea lo que Dios quiera. Yo lo único que pido es que no me lleguen los nervios muy fuertes.

P. Su padre le había montado ya un asador de pollos. ¿No le da fatiga tener que cambiar de plan?

R. La verdad es que yo tenía muchas ganas de abrir mi asaero. Aunque en el negocio éste de los pollos los fines de semana es cuando se vende más, y es cuando yo me iba a cantar por los pueblos.

P. 'La música es para mí como la comida'. No se irá a empachar de notas.

R. [Ríe]. Qué va. Pero puedo engordar musicalmente.

P. Ya lo está haciendo: ha vendido medio millón de copias en menos de veinte días.

R. Increíble. Muy fuerte.

P. ¿Qué hubiera sido de usted si llega a meterse a monja, como quería su padre?

R. Pues no lo sé. Me hubiera salido rápidamente. No creo que hubiera aguantado allí, porque a mí me gustan mucho los hombres, aunque no los he catado.

P. No los ha catado. Insiste en que es virgen.

R. Sí, me da igual decirlo.

P. Su madre siempre le advirtió: 'Ten cuidado con los hombres'. ¿Qué cree usted que pueden hacerle?

R. Ella confía mucho en mí, pero me dice que no tanto en los demás. Y piensa que soy muy poco espabilá. A mí también me da miedo encontrarme a un hombre que me haga daño.

P. Si no gana en Eurovisión, ¿reconsiderará lo del convento?

R. No, no, no. Que la vida es muy bonita para tener que encerrarse entre cuatro paredes.

P. ¿Le cuadra la historia de Cenicienta que le han atribuido?

R. Bueno, no sé yo. Suena un poco cursi, ¿no? Pero la verdades que se parece un poquito.

P. ¿Qué tiene de la mala follá que se achaca a los granadinos?

R. Mala follá puede haber en cualquier sitio, tanto en Granada como en Almería. Todo el mundo tiene un punto. Pero para que yo me enfade mucho tienen que darme mucha tralla.

P. ¿A qué tiene miedo?

R. A no encontrar al hombre de mi vida, y a que alguno me haga daño. También a la pérdida de un familiar, y a cualquier tontería que te pueda afectar moralmente, porque yo ahora soy feliz; ahora estoy bien.

P. 'Soy como era, pero ya no soy como era'. ¿En qué ha cambiado de lo que no se ve?

R. Madurar no es que haya madurado. Pero como yo nunca había convivido con nadie, ni me había pasado esto, he estado sola, teniendo que decidir por mí misma.

P. ¿Teme al batacazo?

R. Como cualquier persona. Pero batacazo que venga, hay que quitarle importancia, y pensar en lo bueno que te pasará después.

P. ¿Qué se dice ante el espejo?

R. ¿Puede ser esto verdad, lo que me está pasando?

P. ¿Se cree lo de Rosa de España?

R. Yo qué sé... Me gusta mucho que me lo hayan llamado, pero me da mucho respeto, porque eso se lo decían a Lola, a Lola Flores, que en paz descanse, y me pongo nerviosa, chiquilla.

P. ¿Qué le haría dejar la música?

R. Mi familia. Según por qué me lo pidieran. Si fuera por un problema, se deja.

P. ¿En qué se ha gastado los primeros euros que ha ganado?

R. Pues es que todavía no he tenido en mis manos nada para gastarme. No, hija, no.

P. Pero parece claro, por el momento, que cerrará el asador de pollos.

R. Hombre, ahora mismo, sí. Pero que si hace falta abrirlo, se abre.