Gas Natural, ¿siempre en buenas manos?

'Gas Natural, siempre en buenas manos'. Así de falso es el lema de las campañas de Gas Natural, al menos si a mi experiencia me remito. Tras recibir varios envíos publicitarios sobre las bondades de instalar la calefacción con esta empresa, me decidí a solicitarla, incluso a sabiendas de que el coste es superior al que ofrecen otras instaladoras, ya que confié en que Gas Natural me daría más garantías. ¿Y saben cuáles son las garantías que me han ofrecido? La realización de una mala instalación por falta de coordinación entre sus contratas; un comercial que no da señales de vida cuando se le llama; un radiador inutilizado durante un mes en pleno invierno; una mancha de humedad en el parqué y reclamaciones continuas desde diciembre de... ¡2001! A día de hoy no he obtenido ni una sola respuesta a mis quejas y Gas Natural está cobrando por una instalación digna del más chapucero de los fontaneros. Señores de Gas Natural: gástense menos en publicidad con familias felices y sonrientes por el calor en su hogar y ofrezcan una adecuada asistencia a unos usuarios que depositaron su confianza en ustedes y no han obtenido más que disgustos y una pésima atención.