El líder del PP cordobés atribuye su cese a la cuñada de Aznar y a la suegra de Cascos
Afirma que ambas 'mediatizan' a la dirección
El senador Enrique Bellido, destituido el domingo como presidente del PP de Córdoba, dijo ayer en una rueda de prensa que las opiniones de María Jesús Botella, cuñada de José María Aznar, y de María Antonia Cuadrado, suegra de Francisco Álvarez-Cascos, 'han mediatizado de una manera muy clara' a la dirección de su partido ante la crisis vivida por esta organización. Para Bellido, Botella, portavoz del PP en la Diputación cordobesa, y Cuadrado, concejal en el Ayuntamiento de la capital, cuentan con su parentesco 'como valor fundamental para estar en política'.
El ex presidente apuntó también al ex alcalde de Córdoba y portavoz municipal, Rafael Merino, como otro responsable de que no se haya superado la desunión que surgió tras su victoria en el último congreso provincial del partido.
Bellido anunció ayer que no se presentará al congreso extraordinario que convoque la comisión gestora nombrada por la dirección regional y calificó como 'la experiencia más amarga' de su vida profesional los más de 18 meses en que ha sido presidente provincial del PP.
El ya ex presidente invocó ayer como explicación de la crisis una serie de errores y traiciones. Entre los errores, destacó el haber dado el 50% de participación al sector crítico, en el que están María Jesús Botella y María Antonia Cuadrado, en los órganos de dirección y haber dejado libertad de funcionamiento a los grupos populares en el Ayuntamiento y en la Diputación. En cuanto a las traiciones, señaló que los cargos públicos han oscilado entre el boicoteo a la dirección y la comodidad, sin atender a las bases del partido y a los electores de la provincia.
El senador dejó fuera de la refriega al presidente nacional del PP, José María Aznar, y a la presidenta regional, Teófila Martínez. Bellido dijo que no consiente que se ponga en duda su fidelidad hacia Aznar. Para Bellido, lo ocurrido hace un gran daño al partido, ya que vulnera la democracia interna e incluso el mandato constitucional que define a las formaciones políticas como organizaciones de funcionamiento interno democrático. E hizo otro reproche más a la dirección del PP: si a él lo destituyen por un artículo de los estatutos del partido, '¿cómo es que la dirección respalda a una corriente crítica prohibida en el artículo 10 del mismo estatuto?'.
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