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Entrevista:DIEGO TRISTÁN | Mejor jugador español | Los mejores de la Liga | FÚTBOL

'Sólo me gustaría parecerme a mí mismo'

'Diego es como es. O lo tomas o lo dejas', dice un antiguo entrenador suyo. Y los técnicos de Primera han decidido tomar a Diego Tristán (La Algaba, Sevilla, 1976), lo que no deja de resultar curioso tratándose de un futbolista cuyas cualidades, la mayoría de las cuáles dependen de la imaginación, tienen poco que ver con los aspectos tácticos y físicos, factores que pesan mucho en las decisiones del banquillo. Tal vez el reconocimiento a un delantero tan singular como Tristán provenga de lo que sostiene otro entrenador, Fernando Vázquez, quien le brindó la oportunidad de jugar en Primera, con el Mallorca, hace tres temporadas: 'Puede que Diego resulte a veces un tanto barroco, pero si lo medimos sólo en términos de eficacia, ¿qué delantero español ha sido más eficaz que él en los tres últimos años?'.

'Nunca puedes aspirar a tener a todos contentos y en el campo yo me limito a hacer lo que sé hacer'
'He visto muy poquitos como Valerón, que hace lo mismo en el patio de su casa y en el césped'
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Futbolista capaz de las faenas más luminosas y de las actuaciones más desesperantes -el síndrome Curro Romero-, nunca ha logrado la unanimidad a su alrededor y tuvo que esperar mucho tiempo para a ser reconocido: con 26 años, sólo ha jugado tres temporadas en Primera. Ambicioso y absolutamente convencido de su estilo y sus ideas -el fútbol, como los toros, es para él una forma de arte-, Tristán no se pone límites.

Pregunta. Usted, por su estilo, ha tenido ciertas dificultades con algunos entrenadores. ¿Le produce una satisfacción especial que ahora los técnicos le elijan el mejor español de la temporada?Respuesta. Me produce orgullo y satisfacción. Es el tipo de cosas que recompensan el trabajo y te animan a seguir. El fútbol te lleva un día a lo más alto y otro a lo más bajo. No tienes por qué gustarle a todos los entrenadores, y en este mundo cada día te exigen más. Aquí nadie se acuerda de lo que hiciste ayer.

P. A usted le costó abrirse paso. No debutó en Primera hasta los 23 años.

R. Me hubiera gustado llegar antes, pero quizá de ese modo no hubiera estado donde estoy. Lo importante es estar en el momento justo. Y en mis tres años en Primera siempre he ido a más y las cosas no me han podido rodar mejor.

P. ¿Nunca llegó a desesperarse, a pensar que ya no saldría adelante?

R. Al principio, sí. Pero tampoco se me había pasado por la cabeza llegar hasta aquí. Si hace cinco años alguien me dice que podría estar disputando un Mundial, pensaría que estaba loco, porque sólo podía imaginarme viéndolo en el bar con los amigos. Pero ahora que lo tengo y he llegado arriba, no lo voy a dejar escapar. No me conformo con nada y voy a seguir trabajando para hacer grandes cosas.

P. La tardanza de su éxito está relacionada con la división que provoca en el público. Siempre ha tenido grandes defensores y grandes detractores.

R. Pero eso ocurre en la vida en general: nunca puedes aspirar a tener a todo el mundo contento. Yo siempre he procurado ser fiel a mi estilo de jugar y hacer en el campo lo que sé hacer. Y si las cosas salen mal, pues sigo intentando lo mismo. No me gusta esconderme y, vayan como vayan las cosas, siempre intento participar en el juego.

P. Una de las críticas más frecuentes habla de su presunta apatía. José Peña, el entrenador que le hizo debutar en el equipo de su pueblo, dice que es una cuestión de lo que en su tierra llaman el pataje: como creció tarde tiene un movimiento de piernas raro que despista a la gente.

R. A Peña le debo mucho y puede que lleve razón. Yo fui muy bajito hasta los 17 ó 18 años. Tuve un desarrollo tardío y eso seguramente me ha marcado. Ahora bien, siempre he jugado igual, cuando era pequeño y cuando crecí. Es el juego que me gusta.

P. ¿Y no cree que a veces se sobra un poco y es demasiado individualista?

R. Cada uno lo puede ver como quiera. En el fútbol todos intentamos hacer nuestras cosas, las que mejor sabemos. Es mi forma de jugar y no hay que darle más vueltas.

P. Mucha gente recurre al ejemplo de Curro Romero para definirle. ¿Le halaga o le molesta?

R. Pues siendo de la tierra, me halaga mucho. Él lo ha sido todo en el mundo de los toros.

P. Usted jugó en el Betis y habrá oído la anécdota de Rogelio, aquel futbolista que le decía a los entrenadores que correr era de cobardes.

R. Hoy en día, sin trabajo y sin pelea lo tienes muy complicado. Las individualidades técnicas no se pueden perder, pero sin algo más, no puedes jugar en Primera.

P. ¿Valerón es el jugador con el que mejor se ha entendido?.

R. Hay muchos jugadores en el Deportivo con los que me entiendo bien. Con Valerón resulta muy fácil. Hay muy pocos futbolistas, no sólo en España, sino en el mundo, capaces de hacer lo que hace él. He visto muy poquitos jugadores así, que hagan lo mismo en el patio de su casa que en un campo de juego. Da gloria jugar al lado de él. Y también de Djalma, de Makaay ...

P. Dicen que es muy perfeccionista con los gestos técnicos, que de joven pasaba horas ensayándolos.

R. Siempre he tratado de trabajar para mejorar ciertas cosas, porque a mí nadie me ha regalado nada. Desde pequeñito lo único que quería era ser futbolista, pero sabía que me resultaría complicado. De todos modos, para llegar aquí también necesitas un poco de suerte.

P. En Italia andan como locos con usted. Supongamos por un momento que el Deportivo decide venderle. ¿No le daría miedo ir a una Liga donde han fracasado tantos españoles?

R. Tengo muy claro que de la Liga española no me quiero mover. Otra cosa es lo que pueda pasar, y en esta vida no se puede decir que no a nada. Pero no tengo miedo ni a Italia ni a ningún país, porque tampoco lo tuve para irme del Betis al Mallorca, ni para venir al Depor. Confío plenamente en mis posibilidades. Y si eres un buen jugador, puedes demostrarlo en cualquier sitio. Zidane será un gran futbolista vaya a la Liga que vaya.

P. ¿De qué gol está más satisfecho?

R. Del que marqué en Son Moix en mi debú con el Mallorca B contra el Barça B. Sacó largo Valbuena, el portero, yo controlé, sorteé a tres jugadores entre los que estaban Puyol y Miguel Ángel, ahora futbolistas de Primera [del Barça y del Málaga respectivamente] y, ante la salida de Arnau, se la piqué por arriba.

P. ¿Y qué gol conseguido por otro le hubiese gustado marcar?

R. El de Maradona en México contra Inglaterra. Se me quedó grabado desde pequeñito.

P. Menudo tridente va a juntar España en el Mundial: Raúl, Valerón y usted.

R. Se le está dando demasiada importancia a eso. Hablar de estas cosas es faltarle al respeto a los demás compañeros. Morientes, por ejemplo, es también un grandísimo delantero.

P. El Mundial puede encumbrar, pero también hundir. Y los antecedentes de España no invitan al optimismo.

R. Hay que estar preparado para todo. Lo que tenemos muy claro es que no somos favoritos, porque ya está bien de que nos adjudiquen ese cartel y luego no pasemos de cuartos. Los favoritos, en principio, son otros: Argentina, Brasil, Francia ...

P. ¿A qué delantero de todos los tiempos le gustaría parecerse?

R. ¿De todos los tiempos? ... A mí mismo.

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