Arrestados otros dos jóvenes tras apalear a un rumano en un bar
El inmigrante tuvo que ser hospitalizado al sufrir un traumatismo craneoencefálico grave
La Policía Local de Arganda detuvo a las 23.50 del pasado miércoles a dos jóvenes de Arganda acusados de propinar una paliza a un grupo de inmigrantes rumanos en un bar. 'Esta noche vamos a matar a uno de éstos', anunciaron Óscar G. M., de 23 años, y Sergio M. M., de 25, antes de golpear con una silla de hierro al rumano Hot Radu, de 25 años. Éste fue hospitalizado en el Gregorio Marañón, donde permaneció durante horas, por traumatismo craneoencefálico grave. Los detenidos tienen antecedentes policiales.
Los hechos ocurrieron a las 23.50 del miércoles, cuando Hot Radu cenaba con otros tres amigos, entre ellos dos chicas, en el bar La Bocatería, situado en la avenida del Ejército número 3 de Arganda. Los agresores penetraron en el local y se enfrentaron verbalmente con un grupo de cuatro clientes españoles sentados en una mesa contigua a la que ocupaban los inmigrantes rumanos. Finalizado ese incidente, Óscar G. M. se volvió hacia la mesa ocupada por los inmigrantes, a la vez que les amenazaba: 'Esta noche tengo que matar a uno de vosotros'.
Después agarró una silla vacía y la estampó contra la cabeza de Hot Radu. Mientras tanto, el otro agresor, Sergio M. M., arrojaba las botellas, jarras y vasos que había en la barra contra los inmigrantes. 'Mi amigo tuvo que refugiarse detrás de la máquina del tabaco. Yo, sangrando por la cabeza, me metí en el cuarto de baño. Y las chicas con las que estábamos se fueron a refugiar en la cocina', recordaba ayer Hot Radu visiblemente afectado.
El dueño del bar avisó a la Policía Local, que detuvo a los dos agresores en el local. Mientras, Hot Radu, de 25 años, fue trasladado al servicio de urgencias del centro de salud de Arganda, cuyos facultativos aconsejaron su traslado al hospital Gregorio Marañón de Madrid por sufrir un traumatismo craneoencefálico grave.
Óscar M. M. y Sergio G. M. cuentan con un amplio archivo delictivo en las dependencias de la Policía Local de Arganda. Según estos datos, su penúltima agresión se saldó con un joven de 22 años con lesiones graves y tres vecinos y dos policías locales heridos leves, en un solo día.
Fue el pasado 8 de febrero. Ocurrió a la puerta del Bar Latino, situado en la calle de los Ángeles de Arganda, sobre las 18.00. Como el pasado miércoles, sin mediar palabra, la emprendieron a patadas y puñetazos con un cliente del local hasta que intervino el propietario, al que hirieron. También causaron grandes destrozos en el mobiliario del bar. La policía los localizó en las inmediaciones del antiguo cementerio municipal. Su detención culminó con dos agentes heridos leves. Tras confirmar su identidad, la policía comprobó que cuatro horas antes habían participado en otro incidente en un restaurante chino, sito en el paseo de la Estación. Tras negarse a abonar su consumición, ambos agredieron a tres empleados orientales.
Hot Radu tiene cara de bonachón, es rubio, de pelo corto y 1,70 de estatura. Llegó a Arganda hace dos años procedente de la ciudad de Clujnapoca, en la región de Transilvania, en la zona noroccidental de Rumania. Aún no tiene los papeles en regla, pero dice que su abogado le ha asegurado que 'estarán listos el mes que viene'. Por eso, de momento, no trabaja.
Ayer tarde llevaba un gran apósito en la zona frontoparietal izquierda y el labio inferior de la boca partido y con varios puntos de sutura, recuerdo de la agresión sufrida el día antes. No atina a creer lo sucedido. 'La herida me ha llegado hasta el hueso del cráneo. El médico me ha dado un informe con los posibles síntomas que me pueden aparecer y me ha dicho que en cuanto tenga uno de ellos vuelva rápidamente al hospital', dice. 'Cuando esos dos hombres discutían con la otra mesa, nosotros no queríamos ni mirarlos porque veíamos que andaban buscando lío. Y luego, mira...'.
La Policía Local de Arganda entregó a los dos detenidos a la Guardia Civil. Según fuentes municipales, estos dos jóvenes están considerados como 'bronquistas' y 'tienen un perfil menos político' que los cuatro arrestados por su presunta implicación en la quema de la iglesia evangélica rumana.
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