Ullrich renuncia al Tour
El ciclista alemán no puede recuperarse a tiempo de una tendinitis
La primavera de 2002 no ha sido buena para los cracks ciclistas. Frank Vandenbroucke flirtea con las drogas; Chava Jiménez sufre una grave crisis que requiere asistencia psiquiátrica; Marco Pantani se arrastra por las carreteras el tiempo que le dejan libre las citaciones judiciales (ayer se aplazó su posible sanción por el presunto dopaje del Giro 2001); y Jan Ullrich se lesiona, conduce borracho y, a menos de dos meses para el comienzo del Tour, renuncia a correrlo. Sólo Lance Armstrong, el ganador de las últimas tres ediciones, parece una roca sólida entre tanta crisis. Con la baja de Pantani, no invitado, y Ullrich, el próximo 6 de julio, en Luxemburgo, el americano será el único ganador de Tour que se alinee en la salida de la edición 2002.
No es la primera vez que Ullrich, de 28 años, ganador del Tour de 1997 y cuatro veces segundo, renuncia a la carrera francesa. En 1999, después de pasar un invierno pesado y de recuperar en mayo un peso competitivo, una caída en la Vuelta a Alemania le privó de la revancha contra el Pantani que le había derrotado en el Galibier en 1998. Fue una renuncia que palió, posteriormente, con dos triunfos de gran nivel: la Vuelta a España y el Mundial contrarreloj. Ambos objetivos, la ronda española de septiembre y el Mundial de Zolder (Bélgica) vuelven a ser prioritarios una vez más para el ciclista alemán, pero este 2002 el grado de frustración de Ullrich es mucho mayor: a diferencia de otros años, en que su invierno y su primavera eran caóticos, esta vez parecía que Ullrich iba en serio.
Después del Tour de 2001, en que por segunda vez fue incapaz de plantearle problemas a Lance Armstrong, Ullrich declaró: 'Aún no he alcanzado mi tope físico. El año que viene será diferente. Trabajaré'.
Bajo el control estricto de su equipo, el Telekom, conocedor del escaso aprecio de Ullrich, forjado en la escuela oriental pero rápidamente occidentalizado, por las sesiones de entrenamiento, Ullrich se trasladó a finales de año a Suráfrica, a entrenarse, y tan temprano como en enero debutó oficialmente en la temporada 2002. Fue el Tour de Qatar, una carrera entre propagandística y oficial, llana y en el desierto. Regresó a Suráfrica después. La cosa olía a perfecta en Ciudad del Cabo. El Tour 2002 se estaba preparando a la perfección. Pero un día, un grito de dolor del alemán hizo saltar las alarmas. Un fuerte pinchazo en la rodilla derecha le impedía forzar la marcha. Urgentemente tomó un avión y voló a Friburgo, donde radica el equipo médico del Telekom. Los primeros exámenes fueron pesimistas, pero el pronóstico se suavizó poco después y la cosa se quedó en una curable tendinitis. Tras un periodo de reposo, que parecía suficiente para curarle, Ullrich volvió a entrenarse en la Selva Negra, cerca de su casa de Merdingen. Desgraciadamente, el dolor volvió. Renunció a la Vuelta a Valencia y a la Vuelta a Murcia y sólo en Semana Santa volvió a agarrar la bicicleta. Nuevamente el dolor insoportable. Nuevo reposo. Tres semanas. Después volvió a la bicicleta, aumentando progresivamente las cargas de trabajo, hasta que el 30 de abril no pudo más. 'Hemos trabajado siempre al límite con su rodilla', dijo ayer el médico del equipo, Lothar Heinrich. 'Con vistas al Tour debíamos aumentar la intensidad, pero la rodilla no ha resistido el esfuerzo. Si marchando a un 80%-90% de su capacidad le duele, es impensable una preparación razonable para el Tour. Ahora lo único importante es que se cure totalmente', añade.
La fecha de su regreso a la carretera sigue siendo una incógnita. Como Chava, como Vandenbroucke, como Pantani...
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