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'Modesto no era indigente', afirma una hermana del hombre fallecido

José Modesto Hernández Volado, el hombre de 36 años que fue hallado abrasado el sábado, junto a su compañera y el bebé de ambos, en un soportal de Puente de Vallecas, había trabajado como carpintero hasta que cayó en la droga, hace unos años, y perdió su empleo. La separación de su anterior esposa, con la que tuvo un hijo, y la negativa de ésta a dejarle ver al pequeño tras conseguir la patria potestad le sumieron en una profunda depresión, lo que le llevó a refugiarse en los estupefacientes, según sus familiares. 'Lo pasó muy mal y llegó a estar un año en prisión por malos tratos a su mujer', explican.

Tras salir de la cárcel, José Modesto, nacido en Santurtzi (Vizcaya), intentó buscar empleo como ebanista, pero nadie le contrataba. Poco a poco su estado de salud se fue deteriorando. También se alejó de parte de la familia por los problemas de dinero que sufría. Hace cinco años logró entrar en un programa de metadona para desintoxicarse. Su situación era 'tan buena' que estaba a punto de dejar el tratamiento. 'José Modesto no era ningún indigente, como dicen por ahí. Era una persona que había caído en la droga hace unos años, pero que ya había logrado salir gracias a la metadona', protestaba ayer su hermana Josefa.

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Hace dos años, José Modesto conoció a su actual compañera, María José Gabarri Jiménez, de 32 años, en un parque de Vallecas. Ella había estado casada en Asturias, su región natal, y había tenido dos hijos, pero también se separó de su marido y viajó a Madrid. Igualmente había caído en la droga, pero fue José Modesto quien la animó a meterse en el programa de metadona. Ambos vivían en un piso a unos 10 minutos de lugar donde murieron, un soportal de la calle de Ramón Pérez de Ayala. De hecho, los vecinos de esta zona dijeron el sábado que no los conocían. 'Cobraban el paro, pero estaban pendientes de que les dieran el salario social. Lo solicitaron en octubre', recordaba ayer Josefa.

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