El responsable de Pentatlón, con 70 licencias, quiere presidir el COE

José María Echevarría, actual vicepresidente primero del Comité Olímpico Español (COE) y presidente en funciones desde el fallecimiento en accidente de tráfico de Alfredo Goyeneche el 16 de marzo, tendrá como rival en las elecciones a la presidencia del organismo el 29 de mayo a Alejandro Soler-Cabot, presidente de la Federación de Pentatlón Moderno. Ambos fueron los únicos candidatos que presentaron ayer a mediodía, final del plazo previsto en el proceso electoral, más de los 10 avales necesarios (con un mínimo de seis de federaciones olímpicas). Echevarría aportó 32 (17 olímpicas y 15 no olímpicas) y Soler-Cabot 19 (11 y 9), algunos de ellos duplicados.

Echevarría parecía que iba a ser candidato único, pero se deberá enfrentar a un rival inesperado, surgido de forma forzada, pese a que en las reuniones y diálogos promovidos por las federaciones de mayor entidad para encontrar otro aspirante de consenso con peso específico no salió ninguno. Soler-Cabot había declarado a As el pasado día 3 dentro de una serie de entrevistas a presidentes: 'Yo no me veo para ese puesto'. Pero tras la última reunión del día 22 en que las federaciones no hallaron una alternativa válida y arrojaron la toalla, pese a que Echevarría no les parece el más idóneo, Soler-Cabot dio el paso al frente. Según él, al contar con otros apoyos de federaciones que sí le sugirieron que se presentase y cada vez con más fuerza.

El impulsor de Soler-Cabot es Eduardo Ayuso, ex director general de deportes del CSD, y actual director de promoción deportiva de la candidatura olímpica de Madrid 2012. 'Sin ninguna intención de entrar en el COE', dice, sólo 'para profesionalizarlo'. Soler Cabot, presidente de una federación con sólo 70 licencias y que estuvo a punto de desaparecer del programa olímpico por obsoleto, es el último intento de cambio que ha promovido tras fracasar la operación política de Rafael Blanco, presidente de la Federación de Natación, militante del PSOE. Pero nada de todo ello gusta a los que están en contra de forzar situaciones que pueden empeorar aún más el COE y hasta la opción del voto en blanco, que dejaría aún más en entredicho a la entidad, está ya barajada por un buen número de federaciones.