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Columna
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Zaplana parpadeó

La Comunidad Valenciana tiene cuatro millones largos de habitantes, lo que quiere decir que somos el doble que los vascos y un tercio más que los gallegos, por hablar de dos territorios de los que nuestra Constitución denomina históricos, artificioso concepto que discrimina a 13 autonomías. Porque unas comunidades son de primera y las otras no. Y la valenciana no lo es, al margen de que, en los ochenta, lográramos situarnos en una honrosa categoría de plata -con los lejanos canarios-, gracias a las competencias de sanidad y educación, verdadera madre del cordero gestor autonómico. Pero ahora queremos ser de primera en todo, como es natural, que ahí está Rubén Baraja para ilustrarlo con sus goles de soberanía. Queremos jugar en la Champions Ibérica, que lleva 20 años monopolizada por cuatro clubs: Cataluña, Andalucía, Galicia y el PNV. Queremos meterle un gol al agravio que tejieron Abril Martorell y Martín Villa. Ellos fueron los árbitros que nos robaron el partido. Los que decidieron que las mieles institucionales que dieron gracia y justicia a gallegos, vascos, catalanes y andaluces no eran merecidas por los valencianos. Doloroso misterio. Y ese fallo quería enmendarlo Eduardo Zaplana, que por eso prometió reformar el Estatuto. Homologarlo a los textos que rigen en Lugo y en Sestao, en Reus y en Tarifa. Concretamente: lograr que la disolución del parlamento valenciano fuera competencia valenciana y no estatal. Fortalecer nuestro autogobierno. Cuasifederalizarnos gozosamente. Así parecía que iban a ir las cosas, máxime cuando PSOE e IU también querían el ascenso, al margen de matices menores. Y héte aquí que vino un frenazo desde Castilla. Cuentan que cuando Zaplana, intrépido, hizo su propuesta en la Moncloa, José María Aznar, instintivo, alzó su ceja derecha; una subida rápida, cual bolea de paddle. Y entonces Zaplana parpadeó. '¿Qué decías, Eduardo?'. 'No sé ya bien lo que yo decía', dicen que dijo el presidente, quien, con todo, es peleón, y parece que vuelve a la carga. Con el título de Liga en Mestalla seguro que lo tendrá más fácil.

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