El nuevo ministro de Economía de Argentina mantendrá el tipo de cambio libre del peso

El nuevo ministro de Economía argentino, Roberto Lavagna, decidió continuar, en líneas generales, con el mismo plan que su antecesor, Jorge Remes Lenicov. Argentina vivió toda una semana de crisis política, incertidumbre económica y sin actividad en bancos y casas de cambio para finalmente mantener el mismo rumbo hacia un acuerdo con el FMI. Lavagna descartó la posibilidad de volver al tipo de cambio fijo, que rigió desde 1991 hasta el pasado enero, y anunció que los bancos, que hoy reabrirán tras cinco días cerrados, deberán responsabilizarse de devolver los ahorros atrapados en el ...

El nuevo ministro de Economía argentino, Roberto Lavagna, decidió continuar, en líneas generales, con el mismo plan que su antecesor, Jorge Remes Lenicov. Argentina vivió toda una semana de crisis política, incertidumbre económica y sin actividad en bancos y casas de cambio para finalmente mantener el mismo rumbo hacia un acuerdo con el FMI. Lavagna descartó la posibilidad de volver al tipo de cambio fijo, que rigió desde 1991 hasta el pasado enero, y anunció que los bancos, que hoy reabrirán tras cinco días cerrados, deberán responsabilizarse de devolver los ahorros atrapados en el corralito.

El presidente argentino, el peronista Eduardo Duhalde, dudó hace una semana de Remes Lenicov, que intentaba seguir la receta de ajuste del Fondo Monetario Internacional para reactivar una economía con cuatro años de recesión y un 40% de pobres. Remes Lenicov terminó renunciando el martes. Sin embargo, el cambio de orientación hacia un plan populista fue frenado por un cónclave de gobernadores provinciales (la mayoría, peronistas), y la presión del secretario del Tesoro de EE UU, Paul O'Neill, que explicó la dimisión de Remes por la negativa de los políticos argentinos a emprender reformas. Lavagna se guiará por los dictados del FMI, ratificados en un documento firmado por Duhalde y los gobernadores.

Lavagna, ex embajador argentino ante la Unión Europea, anunció en dos entrevistas publicadas ayer en periódicos locales que mantendrá el tipo de cambio flotante, tal como se estableció en enero por sugerencia del FMI. El jefe de Estado había reconocido la semana pasada que el Gobierno estudiaba la posibilidad de anclar el valor del peso respecto del dólar, para frenar la devaluación del 70% y evitar una hiperinflación como la de 1989.

Fuentes gubernamentales reconocieron que un tipo de cambio fijo sólo alentaría la especulación y la pérdida de reservas internacionales del Banco Central. 'Este dólar está alto. Hubo una reacción excesiva con el dólar. No hay razones para que se aleje de estos valores', explicó Lavagna.

Volverán a abrir hoy las casas de cambio y los bancos, que permanecieron cerrados para evitar la salida de depósitos mediante acciones judiciales contra el corralito. Lavagna considera prioritario que se recupere la normalidad en los mercados y el sistema financiero. También espera que la oferta y la demanda definan el nuevo valor del peso: 'La primera definición es abrir y espero que sea con normalidad'. Aún quedará cerrado el corralito porque su liberación acarrearía la caída masiva de entidades financieras, una mayor depreciación del peso -quienes sacan su dinero del banco corren a comprar dólares- y, por tanto, un aumento de los precios.

Lavagna ratificó la intención del Gobierno de cumplir con tres exigencias del FMI en las próximas dos semanas. Impulsará en el Congreso la derogación de la ley de subversión económica -que llevó al procesamiento judicial de una veintena de directivos de bancos, incluidas las filiales de BBVA y SCH, por la fuga de capitales- y la modificación de la legislación de quiebras -que favorece a los deudores, en detrimento de los acreedores-. También negociará con cada provincia ajustes del gasto público.