El golpe de Estado contra Chávez
Es la primera vez que siento la necesidad de dirigirme a usted para expresar mi desconcierto sobre la forma en que su editorial del 13 de abril ha tratado los sucesos acaecidos en Venezuela. Vengo de un país latinoamericano que sufrió de un golpe de Estado y conoce a ciencia cierta lo que esa palabra arrastra como violencia y atropello a los derechos de las personas. Lo que sucedió en Caracas en menos de 24 horas (destitución del presidente electo, disolución de la Asamblea Nacional, de la Corte Suprema, del Consejo Nacional Electoral, etcétera, y una vana promesa de elecciones a mediano plazo) me hace pensar en lo que ocurrió en mi país un fatídico 11 de septiembre de 1973 y acabó con la democracia por más de 17 años. Recuerdo desde mis escasos 16 años de la época que muchos de los que aplaudieron ese día lo lamentaron unos meses después. A aquellos que piensan que porque Chávez no tendría el respaldo de la mayoría de los venezolanos (lo que es discutible) no sería el mandatario legítimo surgido de un sistema democrático, les recuerdo que Salvador Allende en su momento tampoco lo tenía y que hoy ni siquiera el presidente de la primera potencia mundial que se vanagloria de su democracia en el 'mundo libre' fue electo por la mayoría de sus ciudadanos. Digo esto porque me parece doloroso comprobar cómo su periódico, que desde París leo rigurosamente, desconoció el quiebre de la instucionalidad vigente y el carácter golpista de este movimiento liderado por los que tienen en ese país amigo el poder de los medios de comunicación y del dinero. Tolerar este golpe (afortunadamente frustrado) bajo pretexto de que no nos guste el caudillismo del presidente electo me parece de una enorme irresponsabilidad cuando aún nos queda memoria.- Claudia Martínez Covarrubias. París.
Acabo de leer en la editorial de EL PAÍS del sábado día 13 la opinión que tenéis sobre una acción tan criticable como que unos militares se arroguen la potestad de decidir si un Gobierno, elegido por el pueblo, debe continuar ejerciendo el poder o no. ¿Cómo podéis justificar que este golpe de Estado se ha perpetrado 'a fin de asegurar la democracia y el funcionamiento del Estado de derecho'?
El primer decreto firmado les daba poder para disolver todos los poderes públicos nacionales, provinciales y municipales y obligar a dimitir a los diputados parlamentarios, los gobernadores de los 24 Estados o provincias del país, los alcaldes y altos cargos de la Administración de Justicia. Todo ello 'a fin de asegurar la democracia y el funcionamiento del Estado de derecho'. ¿No os da un poco de vergüenza defender esa situación?- Paco Peris.
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