Zapatero quiere convencer a Ibarra para que se presente a la reelección

En diez días, el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, se reunirá con el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, en una cita ya fijada para inaugurar un centro escolar público en Extremadura, que será el primero de otros muchos de la región a los que se dotará de un número muy elevado de ordenadores para cada clase. Precisamente la labor y el 'proyecto modernizador' de Ibarra para su región, punta de lanza en la sociedad de la información, según la opinión de Rodríguez Zapatero, es uno de los primeros argumentos que esgrime la ejecutiva federal del PSOE para afirmar que este político, tras cuatro elecciones, no se ha anquilosado sino que su gestión tiene proyección de futuro. Por tanto, Zapatero intentará Ibarra que vuelva a ser candidato en las elecciones autonómicas, dentro de un año, y que olvide sus tentaciones de abandonar la vida política.

'Magnífico presidente'

El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, lo avanzó ayer al ser preguntado sobre si conocía las reflexiones del presidente extremeño en la línea de no presentarse a la reelección. No entró en disquisiciones, sino que aseguró que la dirección del PSOE 'trabajará para que Juan Carlos Rodríguez Ibarra, un magnífico presidente, continúe impulsando la modernización, el progreso y el bienestar de los extremeños'. 'Tiene mucha tarea por delante', apostilló.

Lo cierto es que personas del entorno del presidente extremeño sostienen que alberga muchas dudas sobre su continuidad en la vida política y esta información ha llegado a la dirección socialista, que la ha acogido con una considerable alarma.

El político extremeño cuenta ahora con 54 años y considera que todavía es buen momento para ocupar su plaza de profesor en la Universidad extremeña. Además, observa con cierto pesimismo el discurrir de la vida política y su opinión sobre la actuación de la actual ejecutiva contiene claros y oscuros. Eso sí, Ibarra ha dicho en todo momento a Zapatero lo que pensaba. Precisamente este estilo, lejos de molestar al secretario general del PSOE, ha forjado una sólida simpatía política y personal hacia el dirigente extremeño.