Manises cumple los tiempos de emergencia previstos en un simulacro de accidente aéreo

Un avión se incendió ayer a las 10.42 cuando aterrizaba, supuestamente con 65 viajeros. Tres minutos después llegaron al lugar tres unidades de bomberos que en un minuto sofocaron el fuego. Cinco minutos después del impacto llegó la primera ambulancia. El operativo, que cumplió los tiempos previstos según sus responsables, se prolongó hasta las 12.00, cuando los 15 heridos graves habían sido atendidos y el juez iniciaba el levantamiento de seis falsos cadáveres. Así se desarrolló el simulacro de accidente aéreo que movilizó a más de 300 personas en el aeropuerto de Manises.

Un avión procedente de Barcelona, con 65 viajeros (60 pasajeros y cinco tripulantes), se incendió ayer a las 10.42 en el aeropuerto de Manises cuando realizaba un aterrizaje corto al detectar una avería en el tren de aterrizaje y rozar un ala contra el suelo. El operativo se puso en marcha mientras el fuego destruía la nave y los figurantes entraban en escena tendidos a pocos metros.

Tres minutos después del accidente llegaron al lugar tres unidades de bomberos que en un minuto sofocaron el incendio del avión. Dos minutos después la primera ambulancia inició las labores de atención a las víctimas. Tres personas quedaron atrapadas en el interior del avión. Los bomberos procedieron a la excarcelación entre los restos de la nave calcinada de tres maniquíes. En menos de 10 minutos, un hospital de campaña quedó plantado a pocos metros. Médicos, enfermeras, agentes de protección civil, de la Guardia Civil, 40 voluntarios y psicólogos especializados procedieron al auxilio de los heridos y sus familiares.

Entre el frenético ir y venir de camillas, con los gritos de fondo de los figurantes más integrados en la representación, aterrizó el helicóptero medicalizado que trasladó 35 minutos después del accidente a uno de los dos heridos muy graves. Una hora después del siniestro abandonó el lugar la primera ambulancia con un herido. El simulacro se extendió más allá de los límites del aeropuerto. Efectivos de la Guardia Civil y de las policías locales de Valencia, Quart de Poblet y Manises procedieron al corte preventivo de las vías próximas al aeropuerto y abrieron camino a las ambulancias que trasladaron heridos de diversa consideración a los hospitales de La Fe, General, Arnau de Vilanova y Centro de Rehabilitación de Levante.

La ficción tocó a su fin cuando sobre las 12.10 se daba por atendidos a todos los afectados (con un balance de seis víctimas mortales, dos heridos muy graves y 13 graves). En las tareas participaron 12 vehículos de bomberos (tres de ellos con base en el aeropuerto), nueve ambulancias (una de ellas también con base en el aeropuerto), una UVI, el helicóptero medicalizado y dotaciones de los cuerpos de seguridad.

El simulacro -con aviso previo para parte de las unidades participantes- movilizó a más de 300 personas (29 sanitarios, 23 bomberos, 97 figurantes entre viajeros y familiares, 70 empleados del aeropuerto y compañías aéreas, 98 agentes de Guardia Civil, 44 policías y siete técnicos de diferentes servicios de emergencias). Iván Tejada, director del aeropuerto, afirmó al finalizar el simulacro bautizado como Operación Parpalló 2002 -una prueba del plan de emergencias que no se hacía desde hace 10 años- que 'los tiempos se han cumplido'.