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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Nos quedamos sin linces

El biólogo Miguel Delibes acaba de alertar sobre el 'riesgo inminente de extinción del lince ibérico', tema éste sobre el que creo conveniente realizar algunas observaciones.

Durante 12 años fui representante de los ecologistas del Estado en el Patronato del Parque Nacional de Doñana, en los que denuncié reiteradamente el acoso y manipulación a que los linces estaban sometidos en este parque. Ya lo decía Antonio Chico, el viejo guarda jubilado: 'Ahora hay muchos científicos en Doñana y molestan demasiado a los animales'. ¿Sabe alguien que el 60% de los linces que caen en los cepos acolchados -los que coloca el equipo del señor Delibes para su captura- sufren amputaciones de dedos, de las manos, roturas de ligamentos...? ¿Y que los linces capturados, mediante el procedimiento señalado u otros similares, son anestesiados, pesados, medidos... marcados, manipulados, y que durante estas operaciones se han registrado casos de muerte por la anestesia y por estrés? ¿Y que los collares, coloreados, con antenas y radiotransmisores les impiden la caza al anular el mimetismo con que la naturaleza los camufló? Es decir, que cuando el lince ve al conejo, éste ya ha salido huyendo. Y que como pasan hambre, atraviesan carreteras a la búsqueda de comida fácil en los corrales y basureros, y resultan atropellados. Por si todo esto fuera poco, una vez marcados, son seguidos y acosados, a veces hasta con vehículos todoterreno en marcha (según nos han contado).

Poseemos cartas e informes de la dirección del Parque Nacional de Doñana en los que se cuestiona a los investigadores en relación con la población de linces de Doñana: la hembra Nuria y sus cachorros murieron a causa de la manipulación a que fueron sometidos. Uno de ellos resultó muerto de hambre. La lista es larga.

Estos científicos llevan 22 años 'investigando' al lince, para decirnos que mueren atropellados, que les faltan conejos... ¡Esto ya lo sabíamos! Pero ellos buscan curricula, publicaciones, viajes por todo el mundo, subvenciones multimillonarias... Por eso les interesa perpetuar los planes de manejo. Y quienes pagan -para conservar la especie- olvidan que los investigadores no son conservadores (analizan, estudian, diseccionan, destripan..., pero no se dedican a conservar). Sólo del programa Life, de la Unión Europea, recibieron más de 500 millones de pesetas para tres años de estudio, ello sin sumar las cantidades que vienen recibiendo de otros programas y fondos (Consejería de Medio Ambiente, FEOGA, etcétera). ¿Cuántos terrenos podrían haber sido adjudicados, cuántos túneles para paso de linces construidos, cuántas repoblaciones con conejos realizadas... con tantos fondos como han recibido 'para conservar el lince'?

Según un informe del señor Delibes, de hace algunos años: 'De los jóvenes linces marcados pereció el 75%, de los adultos el 50%'.

También constan en un acta del Patronato de Doñana sus declaraciones en el sentido de que un lince puede vivir 12 años pero los de Doñana sólo viven dos o tres. ¿Por qué? De los más de 200 que se estimaban en Doñana en los años ochenta, ya quedan menos de 30. ¿A quién hay que culpar?-

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