'Hicimos lo que pudimos'

Perder el punto del dobles fue como una condena para el equipo español de la Copa Davis. Tras la sorprendente victoria de Àlex Corretja sobre Pete Sampras en la primera jornada, las expectativas se habían disparado. Pero una lesión, una fuerte contusión sin ninguna rotura, en la base del dedo pulgar de la mano derecha del campeón del Masters de 1998 frustró casi todos los sueños. La realidad resultó especialmente dura porque la pareja española, compuesta circunstancialmente por Alberto Beto Martín y Joan Balcells, no consiguió acoplarse hasta la parte final del partido y fue prácticamente barrida de la pista por los norteamericanos Todd Martin y James Blake.

'Hicimos lo que pudimos', coincidieron Martín y Balcells después de certificar su derrota por 6-1, 6-4 y 6-4 en una hora y 38 minutos. Estados Unidos adquirió así una ventaja crucial para el desarrollo de la eliminatoria de los cuartos de final Con 2-1, una sola victoria en cualquiera de los dos últimos partidos individuales le bastaba para firmar y rubricar su pase a las semifinales, en las que se encontraría con Francia o con la República Checa.

'Es cierto que no he jugado a mi mejor nivel', reconoció en la sala de prensa Balcells. 'Pero tanto Beto como yo hemos dado todo lo que llevamos dentro. Hemos luchado hasta el final y nos hemos entregado a fondo. En este sentido, nadie puede reprocharnos nada', se apresuró a añadir.

El problema fue que eso no era suficiente para ganar a sus rivales. La premura con la que tuvo que realizarse el cambio de Corretja por Martín fue un factor definitivo. 'No era el debú en la Copa Davis que había soñado', comentó Martín, que forma parte por primera vez del equipo español, 'pero salté a la pista muy mentalizado. Dimos la cara y la verdad es que en el tercer set conseguimos restar bien y elevar el listón de nuestro juego. Estoy contento por mi debú pese a todo. Aunque triste, eso sí, por haber perdido'.

Si hubiera jugado, Corretja habría sido el jugador con mejor clasificación mundial, el 18º, de los cuatro tenistas sobre la cancha. Sin él, Martin se convirtió en la pieza fundamental más que por su puesto, el 45º, por su experiencia en el torneo, por su conocimiento de la hierba y por su historial: ha disputado dos finales del Grand Slam. Así, fue él quien llevó el peso del partido y lo fue encaminando hacia la victoria norteamericana.

'Incluso con 1-1 tras el primer día, nunca temí por el resultado final de la elimiantoria', dijo Patrick McEnroe, el capitán estadounidense; 'pero es evidente que nuestra posición es mucho más confortable ahora. Y lo será más cuando estemos ya con el 3-1', anticipó con una amplia sonrisa. Martin, en cambio, reconoció que en el equipo había 'nervios y tensión' hasta que supieron de la lesión de Corretja.

En contraste, Jordi Arrese mantuvo siempre la compostura a pesar de ser claramente consciente de las dificultades del equipo español. 'Hasta el último momento intentaremos reecobrar a Corretja', advirtió pensando en la tercera jornada. Pero la sentencia estaba dictada: el mismo Àlex les dijo a los capitanes por la noche que no jugaría. Cuando ayer por la mañana intentó pegar unas bolas, sus dolores le impedían aguantar con fuerza la raqueta. Los capitanes y él se pusieron entonces a rezar para que lloviera durante todo el día y dispusiera de 24 horas más para recuperarse. Arrese, claro, tuvo que comunicar a Alan Miles, el juez árbitro, que Martín le sustituiría contra Andy Roddick.