'El discurso político del Consell es uno y los hechos son otros'

Rafael Recuenco (Mahorte, 1951) acaba de ser reelegido secretario general de la UGT del País Valenciano, con el 56,41% de apoyos. Un sillón que ocupa desde hace 14 años y que en el último congreso ordinario, por primera vez, tuvo otro pretendiente.

Pregunta. Tras su elección dijo que se había puesto cara y nombre a una oposición que sufrió en los últimos años. Esta oposición tiene un importante apoyo. ¿Cómo afectará al trabajo en UGT?

Respuesta. No de forma distinta a como venimos trabajando. Porque si llevan trabajando el congreso un año y medio, en lo que tenía que afectar ya ha afectado. No fue una oposición que se fragua el día del congreso.

P. ¿Prevé una etapa difícil?

R. El movimiento sindical nunca es fácil, siempre es difícil. Pero las dificultades no las preveo más en lo interno de lo que las hemos tenido hasta ahora. Las preveo en función de cómo evolucione la sociedad, de si la recesión ha tocado o no techo, si el nivel de siniestralidad aumenta o la precariedad se reduce. Esa es la dificultad que nos podemos encontrar. Más allá de las derivadas de la acción política de los gobiernos o de lo que ocurre a nivel internacional.

'Donde antes trabajaba un empleado ocho horas ahora hay cinco'

'El trabajador ha de tener las mismas condiciones, tenga o no papeles'

P. ¿Cree que le condicionará la división dentro de UGT-PV?

R. Depende de lo que quieran hacer los compañeros que no votaron la ejecutiva que presenté. La UGT tiene experiencias de todo tipo. De gobernar con mayorías absolutas, como Nicolás Redondo, o el primer mandato aquí. Sólo el primero, porque en los demás he tenido la misma oposición que ahora. La cultura de esta organización es 'termina el congreso y se pone a disposición de'. Me gustaría que evolucionase en la mejor manera posible, pero si no ocurre tampoco me voy a traumatizar.

P. ¿Ve diferencias entre la actual recesión y la de los 90?

R. Entonces teníamos mayor información que ahora. Teníamos una información mucho más clara, ahora es más opaca.

P. El mercado laboral se resiente tras años de bonanza. Pese a ello, el Consell insiste en la fortaleza de la Comunidad. ¿Por qué?

R. Porque el discurso político del Consell es uno y los hechos son otros. La España oficial y la España real. ¿La Comunidad va bien? Depende. Tenía que crecer un 3,6% y no lo ha hecho. Por tanto no va bien. Y la inflación tenía que ser del 2% y no lo ha sido. ¿En qué va bien?.En precariedad, que es el colchón que amortigua las nuevas dificultades.

P. La tasa valenciana de paro es de las más bajas de España, pero la temporalidad está entre las peores. ¿Qué ocurre?

R. Se ha destruido empleo fijo y se ha creado precario. Donde antes trabajaba un empleado ocho horas ahora hay cinco y uno trabaja dos horas, otro tres, otro una...

P. El Pavace se firmó en julio. ¿Qué se ha hecho en ocho meses?

R. En teoría se ha puesto en marcha con una situación de incumplimiento flagrante del Gobierno al elaborar los presupuestos del año actual. No cumplió el compromiso de negociarlo con los agentes sociales y, vía las enmiendas del PP, fueron atendidas las demandas mínimas que creíamos que habían de tener los presupuestos para cumplir el Pavace. De todas formas, quien ejecuta el Pavace es el Gobierno y son ellos los que tienen que decir qué es lo que se ha hecho. Estamos pendientes de reunir la comisión de seguimiento donde el Gobierno nos tiene que informar de lo que se ha hecho y que nosotros debemos comprobar. El gobierno propuso la reunión el 14 de marzo, pero UGT no podía porque tenía el Congreso Confederal en Madrid y una manifestación en Barcelona.

P. Sobre la unidad de acción con CC OO dijo que han intentado que la herida sangre lo menos posible. ¿Qué significa en la práctica y de cara al futuro?

R. En la práctica significa que las discrepancias que tenemos y que hemos tenido las hemos exteriorizado lo menos posible. Es un ejercicio de responsabilidad. Para el futuro quiere decir que si hay herida tendremos que curarla. Para hacer frente a los problemas que tenemos con los gobiernos, con los empresarios y la respuesta que hay que dar a la sociedad, el movimiento sindical tiene que hacer esfuerzos por coincidir.

P. ¿Qué compromiso tiene UGT con la inmigración?

R. El compromiso es muy alto. La Ley de Extranjería y la política del Gobierno han querido imposibilitar que los trabajadores inmigrantes se afilien a los sindicatos. La UGT ha llevado a la OIT (Organización Internacional del Trabajo) una reclamación y ha recibido una respuesta satisfactoria: los trabajadores inmigrantes tienen derecho a sindicarse, tengan o no papeles.

P. Da la impresión de que el lenguaje políticamente correcto esconde en ocasiones una falta de políticas definidas para afrontar esta nueva situación. ¿No hay un exceso de paternalismo al tratar estas cuestiones?

R. Seguramente sí. Vivimos el fenómeno de la inmigración en una doble vertiente. En la humana, con todo lo relacionado con la Ley de Extranjería, y los miles de expedientes que el Gobierno tiene archivados. Pero también en la faceta de inmigrante y trabajador, que hace la misma faena que un nativo sin el mismo salario. Hay una sobre explotación y ahí también estamos trabajando.

P. ¿Qué hacen por los trabajadores sin papeles?

R. El trabajador ha de tener las mismas condiciones, tenga o no papeles. El Gobierno debe regular esto bien y aceptar que lo que ha pretendido con la Ley de Extranjería no ha servido.

P. ¿Son capaces de seguir los cambios sociales?

R. Formamos parte de ellos. No considero que el movimiento sindical esté a remolque de los cambios sociales, ni anclado en el pasado como alguien quiere proyectar.

P. Se ha hablado de pérdida de afiliados. ¿Qué piensan hacer?

R. No es cierto que se haya perdido afiliación. Lo cual no significa que UGT y su secretario general no estén preocupados por el nivel de afiliación, muy preocupados. Aunque tuviéramos 100.000 afiliados más, estaríamos igual de preocupados. Hay mano de obra que no está afiliada. Pensamos acercar nuestra política sindical al mundo del trabajo, pero es complicado cuando hablamos con trabajadores precarios y no se afilian, entre otros los periodistas. El nivel de precariedad entre los profesionales de la información es superior al de cualquier empresa. Tenemos que hacer políticas atractivas a todos los trabajadores.

P. ¿Dónde se ve en cuatro años?

R. Me acaban de elegir secretario general de UGT-PV y me queda mucho tiempo para hablar de dentro de cuatro años.