La plataforma del Ebro explica su oposición al trasvase en Levante

La Plataforma para la Defensa del Ebro ha decidido llevar a los territorios supuestamente beneficiarios del trasvase del río el mensaje de la nueva cultura del agua. Tras el éxito de la manifestación de Barcelona del pasado 10 de marzo, el movimiento antitrasvase inició el viernes el primero de una serie de actos dirigidos a convencer y sensibilizar a la población del Levante y el sur peninsular sobre los efectos negativos que podría ocasionar el Plan Hidrológico Nacional (PHN) en las propias cuencas receptoras.

Castellón de la Plana fue el primer punto adonde se desplazó una delegación del movimiento antitrasvase para dar una charla organizada por el Bloc Jaume I. 'Queremos intentar obtener el máximo apoyo de la gente de la calle explicándoles qué puede pasarles a las cuencas receptoras con el trasvase', explica el portavoz de la plataforma, Toni Borrell. Hace dos semanas, más de 30 científicos descargaron una batería de argumentos ecológicos, económicos y sociales que los antitrasvase van a trasladar ahora, mediante charlas, conferencias y debates organizados por grupos afines, a los territorios que se han mostrado más beligerantes a favor del trasvase. 'Vamos a explicarles que el PHN no va a resolver sus problemas de agua. Se trata de una espiral de mala gestión hídrica en todo el Estado español. El problema no es de falta de agua, sino de mala gestión de los recursos', prosigue Borrell.

La proliferación de proyectos de campos de golf en Levante con la expectativa del agua del Ebro, los minoritarios y ocultos intereses tras la especulación urbanística o la mala calidad del agua que puede llegar con el trasvase son algunas de las armas dialécticas con las que la semana que viene acudirán a Valencia y más adelante a Murcia y Almería.

'Queremos abrir los ojos a la gente, darles otra visión de lo que les explican', insiste Borrell. 'Que no crean que el agua se pierde en el mar: cumple una necesidad ecológica', remacha. La plataforma abandera el concepto de nueva cultura del agua, como la necesidad de transformar radicalmente este modelo de gestión por todas las administraciones.