El chollo
Desde que los revisores han dejado de hacer su trabajo en los trenes de cercanías, para muchos viajar se ha convertido en un auténtico chollo. Como usuario (que paga) lo constato cada día: en la estación de plaza de Catalunya (y supongo que en otras muchas) los viajeros jetas pasan por las puertas automáticas de las máquinas canceladoras de billetes enganchados a las espaldas (a veces empujando descaradamente) de los que pagamos. Y lo hacen con toda la impunidad y naturalidad del mundo. Esta escena se repite a diario, doy fe de ello. Mientras, frente a las canceladoras, suele haber un grupo de tres o cuatro revisores charlando animadamente entre ellos, haciéndose el despistado o, simplemente, mirando hacia otro lado. ¿Alguien podría aclarar quién es el genio de la gerencia de Cercanías-Renfe que tolera y propicia esta situación? Sea quien sea, sepa que lo único que va a conseguir es que el ejemplo cunda y aumente el número de usuarios que decidan viajar gratis. Yo ya me lo estoy pensando.
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