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GENTE

EL LLANTO ANTE LAS CÁMARAS DE ROMARIO

Juan Arias

Romario da Souza ha llorado ante las cámaras de televisión. El futbolista, símbolo de la arrogancia, famoso por no doblegarse ante nadie, esta vez ha claudicado. Prácticamente fuera de la selección nacional que disputará la Copa del Mundo y ante la inflexibilidad del seleccionador Luiz Felipão Scolari, que no se doblegó ante Romario, el orgulloso y al mismo tiempo amado jugador se acogió al llanto. Convocó una rueda de prensa, pidió perdón a Felipão por sus intransigencias, agradeció el cariño de su público, que pidió a gritos su convocatoria, y rompió a llorar con tal fuerza que tuvo que interrumpir unos minutos su comparecencia. Ha sido un pulso entre dos personalidades igualmente fuertes y difíciles a doblegarse. Hasta el mismísimo presidente de la República, Fernando Henrique Cardoso, había puesto sus buenos oficios ante el entrenador para que lo seleccionara. Felipão no se rindió: 'El parecer de Cardoso es uno más de los 170 millones de brasileños', respondió, y Romario sigue fuera de la selección. A no ser que sus lágrimas y su confesión pública -'Me equivoqué como hombre, como padre, como hijo, como marido y como jugador', dijo- acaben enterneciendo al recio Felipão. De esta opinión parece que es la psicóloga Regina Brandão, ex asesora del entrenador en los clubes Palmeiras y Cruzeiro. 'Luiz Felipão es emoción pura, a pesar de su carácter fuerte, y eso puede ayudar' a Romario, según ella.

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