Políticos y botellón

Que Dios se lo pague a estos indignos mandamases sin conciencia que han tenido la habilidad de desengañar a la mayoría de las personas jóvenes y no tan jóvenes sobre la tan deseada democracia y libertad que para su buen uso pusimos en sus manos los ciudadanos españoles.

Viene esto a cuento de la tan manoseada botellona, que aunque algunos progres de oficio les parezca muy buena, le hace tanto daño a los que por sistema la practican, como a los ciudadanos que sin molestar a nadie, la sufren día tras día a costa de su salud y su intimidad familiar.

No hay que ser muy listo, pero sí tener muy poca vergüenza, para ignorar que la mayoría de estos desmadres se producen alrededor de establecimientos públicos, léase bares de copas, que cierran a la hora que les viene en gana y proporcionan bebidas a los integrantes de esta original forma de divertirse.

Cuando se retiren o los echemos de sus cargos podrán sentirse orgullosos de esta sociedad que nos han dejado a todos: libertad de ruidos, alcohol, somníferos, pastillas, depresivos, meadas, enfermos, gritos, suciedad, intranquilidad, prevaricación, dejadez, intereses, indefensión, falta de futuro, vómitos y todas las manifestaciones contrarias a la democracia que ustedes han consentido y fomentado.

Muchas gracias y que Dios os lo pague.