Las empresas salen de compras por la Bolsa
Los inversores rastrean los valores 'opables' ante la proliferación de ofertas tras dos años de caídas en los precios
En las bolsas existen pocas cosas seguras. Tal vez, una de ellas es que las ofertas públicas de adquisición (OPA) proliferan en los mercados bajistas, mientras que las salidas a Bolsa u OPV son más propias de la euforia. En los últimos meses se ha producido un gran crecimiento del número de OPA, en las que muchos inversores ven una oportunidad de arañar una ganancia.
Altadis, Carrefour, Fenosa, Iberdrola, Cepsa, Repsol, Urbis o Zeltia están en el punto de mira sobre posibles ofertas de compra
En este tedioso mercado bursátil, que a estas alturas del año sigue dudando entre las pérdidas y las ganancias, los inversores han encontrado un nuevo estímulo con las OPA lanzadas en los últimos meses. Una buena parte de ellas responde al desinterés de las casas matrices para que sus filiales coticen el mercado español. Se trata de operaciones de exclusión, como las de Heineken o Cristalería (la OPA de exclusión de Banesto sigue pendiente). Estas salidas del mercado suelen hacerse con precios generosos y, por tanto, es posible sacar una buena rentabilidad en un corto espacio de tiempo.
Otras operaciones han tenido un sesgo intenacional como la creación del grupo Arcelor, que también permitía importantes plusvalías a los accionistas de Aceralia. En los últimos días se están conociendo ofertas hostiles al más puro estilo neoyorquino, que abren un escenario bélico de ofertas, contraofertas, aliados y estrategias de confusión y, cómo no, algún que otro órdago sin cartas. La OPA de Caprabo sobre la sociedad Enaco, y la oferta lanzada por Acesa a Iberpistas, tras el anuncio de Aurea de llegar a un acuerdo con Iberpistas, han caldeado el ambiente bursátil, necesitado de directrices.
En este caso, el inversor de a pie busca aprovecharse de la llamada inversión estratégica que se plantea entre grupos empresariales y que obedece a muy diferentes razones. Eso sí, los precios más razonables de las acciones después de dos años largos de caídas en los índices abonan el terreno para este tipo de compras empresariales. Hoy por hoy, en el mercado español los rumores sobre ofertas tienen más poder de convocatoria para los inversores que la marcha de la economía o la evolución de los tipos de interés.
Para que se produzca una OPA tienen que concurrir dos condiciones. De un lado, que en el mercado se negocie más del 50% de su capital, salvo en el caso de que la oferta la realice la casa matriz sobre una filial. Además, muchas compañías tienen en sus estatutos blindajes para evitar cualquier oferta hostil. Desde la golden share (acción de oro) que han impuesto los Estados en sus procesos de privatización hasta los estatutos empresariales que limitan el voto a un determinado porcentaje.
Fuertes blindajes
Natalia Aguirre, responsable de análisis de Renta 4, destaca que 'muchas compañías cuentan con fuertes blindajes en sus estatutos que impiden la realización de OPA hostiles. Esta situación limita mucho el lanzamiento de estas ofertas, ya que o la operación es amistosa o no se puede llevar a cabo. El endeudamiento de la posible sociedad aquirida cobra actualmente mucha importancia. Empresas con bajo endeudamiento son más apetecibles', afirma.
También hay que tener en cuenta el efecto que puede hacer una operación de concentración empresarial en cuanto a la competencia dentro de un sector. Por ello, cada vez que se anuncia una operación se condiciona la misma a que reciba el beneplácito del Tribunal de Defensa de la Competencia.
Altadis, Iberia, Carrefour, Unión Fenosa, Iberdrola, Cepsa, Repsol, Urbis, Telepizza, NH Hoteles o la química Zeltia son títulos que reciben periódicamente los comentarios sobre ofertas inminentes. Muchas de estas compras se dan prácticamente por seguras, sobre todo en el caso de compañías filiales de multinacionales cuya cotización en el mercado español tiene poco sentido. Éste sería el caso de Carrefour y, en cierta medida, el de Cepsa, participada mayoritariamente por TotalFina el Santander Central Hispano. También se da por hecha la integración de Vallehermoso y Urbis, que comparten en el SCH un accionista común y cuya andadura por libre parece abocada a un pronto fin.
Los valores eléctricos también están en el candelero. El tamaño de Unión Fenosa y de Iberdrola les convierte en candidatos a una oferta por parte de una de las grandes eléctricas europeas. Los analistas explican que el aumento de posición del Santander Central Hispano en Unión Fenosa obedece a ese temor a una posible oferta hostil.
Altadis ha sido uno de los valores que han suscitado más rumores de compra por parte de British American Tobacco (BAT). El 90% de las acciones se negocian en el mercado, no tiene golden share y además está poco endeudada. Características que le convierten en un bocado apetecible.
Repsol es otra apuesta, aunque aquí tropieza con la crisis argentina y su elevada deuda como aspectos negativos para un posible comprador. Sin embargo, su bajo precio ha sido el que ha impulsado la rumorología sobre el valor petrolero. En el caso de Zeltia, los expertos apuntan a que la OPA debería ser amistosa, ya que el grueso del capital está en manos de la familia fundadora, y en su día los rumores apuntaron a Johnson & Johnson tras los acuerdos de comercialización de su primer anticancerígeno.
Éstos son los valores que están en el punto de mira de los analistas. Ahora bien, las OPA son siempre imprevisibles.
Pendientes de una nueva directiva que evite el enroque de los gestores
Pocos aspectos de la vida de las empresas acarrean más conflictos que las OPA. El pasado año, Alemania mandaba a la papelera el proyecto de directiva de la Unión Europea que regulaba este tipo de operaciones. Ahora trabajan sobre tan delicado asunto un grupo de expertos que emitieron a finales del pasado mes de febrero sus opiniones con el fin de que se redacte un nuevo texto que no provoque tantos desaires. El precio, las medidas defensivas y las cláusulas que permitan al oferente la adquisición total de las acciones y la venta en favorables condiciones de los inversores particulares son los temas que generan más discrepancias. En los dos modelos existentes sobre los blindajes ante OPA hostiles se impone en la opinión de los expertos el anglosajón, que da a los accionistas la potestad para rechazar o aceptar la oferta, mientras que en el modelo continental los órganos de administración pueden rechazar la oferta. Los expertos que estudian esta normativa se decantan por evitar las defensas a ultranza de consejos de administración y el establecimiento de trabas insalvables que desaniman de antemano el lanzamiento de una oferta. Así, estos estudiosos opinan que las medidas de defensa deben ser autorizadas por una junta general de accionistas convocada a tal efecto y esta aprobación debe contar con la mayoría de los votos. Además, otra propuesta muy interesante es que el comprador puede desmantelar cualquier elemento defensivo que figure en los estatutos de la empresa pretendida si adquiere, al menos, el 75% del capital. Unas medidas todavía por aprobar.
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