A los monstruos les gusta el cine

De 0 a 100 en menos de tres segundos. Un vertiginoso, alucinante recorrido entre loopings y luces estroboscópicas, con la música de Aerosmith a todo volumen: es como pilotar un reactor en un concierto de heavy metal. Comentarios a la salida: 'Qué pasada', 'Qué fuerte', 'Yo repito'. Y repiten. Hasta cuatro y cinco veces. No importa hacer cola de nuevo para volver a disfrutar de dos minutos de adrenalina. Es el Rock'n'Roller Coaster, la reina de las atracciones dinámicas de los Walt Disney Studios, que se inauguraron el fin de semana pasado en Marne-la-Vallée, a media hora de París. Un total de 25 hectáreas dedicadas al mundo del cine y sus bastidores, que se suman a las 57 de Disneyland, el mayor parque temático de Europa, que en abril cumplirá 10 años. Con la ampliación de sus instalaciones -una inversión de 610 millones de euros-, el grupo Disney pretende, según Jay Rasulo, su director en Europa, alargar el tiempo de estancia de las familias en el complejo, que cuenta con siete hoteles temáticos, 68 restaurantes y 47 tiendas, y aumentar la cifra de visitantes hasta los 16 millones al año (en 2001 recibió 12,2 millones, lo que le convierte en el destino líder de los viajes de corta duración en Europa).

Las estrellas de este nuevo parque no son Mickey, Cenicienta, Peter Pan o Blancanieves, sino los stuntmen, los especialistas que realizan arriesgadas coreografías a bordo de coches en llamas; en él, la estética edulcorada y kitsch de los cuentos de hadas ha sido reemplazada por la de los estudios de cine, con platós donde los visitantes pueden conocer de cerca los entresijos de un rodaje. Por el momento, el parque cuenta con nueve atracciones, a las que se accede a través del Studio 1, un decorado que evoca la atmósfera del Hollywood de los años treinta. Además del Rock'n'Roller Coaster, éstas son las más interesantes:

CinéMagique

Al igual que en La rosa púrpura de El Cairo, de Woody Allen, un actor entra y sale de la pantalla para convertirse en un personaje de ficción que comparte aventuras con los espectadores en un fantástico recorrido por la historia del cine, desde Casablanca hasta La guerra de las galaxias.

Animagique

Una atracción basada en el Teatro Negro de Praga, que transporta a los visitantes al interior de una película de dibujos animados.

Studio Tram Tour

La acción incluye terremotos, llamaradas y hasta una avalancha de medio millón de litros de agua, a lo largo de un recorrido en tranvía por los escenarios y el atrezzo empleados en el rodaje de películas como Pearl Harbor o 101 dálmatas.

Stunt Show

El especialista francés Rémy Julienne, que ha trabajado en las escenas de acción de varias películas de James Bond, también ha diseñado las persecuciones y acrobacias de este espectáculo, que reproduce un puerto del sur de Francia.

Armageddon

En una réplica del interior de la estación espacial Mir, los visitantes experimentan, gracias a los efectos especiales, los impactos de una lluvia de meteoritos.