Rutas junto al tren
La Vía Verde del Aceite recorre cinco municipios de Jaén unidos por una antigua línea férrea
Unas cinco horas en bicicleta y un tiempo indeterminado que oscila en relación directa con el interés de los senderistas por entretenerse con el paisaje es la oferta de una vía verde recién inaugurada en Jaén que se extiende a lo largo de cinco municipios y termina rozando la vecina provincia de Córdoba. Se ha denominado la Vía Verde del Aceite, un nombre que le llega a través del ferrocarril, medio de transporte que llevó la materia prima grasa desde Jaén hasta el exterior durante un siglo. Hasta que dejó de estar en funcionamiento a causa, fundamentalmente, del descenso en la comercialización de los metales que se obtenían de las minas, el otro producto que circulaba.
El trazado de toda la vía se ha unificado con zahorra compactada y tratamiento asfáltico, por lo que el recorrido se hace cómodamente a pie o en bicicleta. El primer tramo es el que sale desde la capital, junto a las instalaciones deportivas de Las Fuentezuelas y llega hasta Torredelcampo. Para los caminantes son tres horas de paseo las que separan ambos municipios en las que se disfruta de un primer momento de paisaje cuajado de olivos.
Este primer recorrido se realiza de forma paralela a las vías del tren. Prestigiosos ingenieros franceses, Alessandre y Delapierre, colaboraron en el diseño de un ferrocarril que se construyó entre 1882 y 1893 uniendo Jaén y Campo Real (Córdoba). Se abandonó el trazado por motivos comerciales y los pasajeros dejaron de usar la vía definitivamente en enero de 1985. Junto a los olivos se divisan también los polígonos ilegales que han ido fructificando en torno a la carretera de Fuerte del Rey.
Un camino curvado permite ver desde varios puntos una panorámica de la capital poco conocida hasta el momento. En los recodos se observa la lejanía del castillo de Santa Catalina, los montes sobre los que se eleva y grandes barrios de la capital.
Entre los elementos que animan la marcha y restan cierta monotonía al cúmulo de olivos se encuentra un antiguo puente colgante que sirvió para salvar las vías del tren. Ahora, desde la mitad de su recorrido, se divisa un barranco de piedras escarpadas, destrozadas y tratadas por el aire y la lluvia.
El paisaje sufre un cambio radical en las inmediaciones de la autovía que conecta por carretera las dos localidades. Después de salvar varios túneles para evitar la carretera, el terreno ajado del olivar va dejando paso a un suelo más verde y a unas copas de árboles más densas. Con el cambio en los árboles se produce otro también en las plantas de la superficie, autóctonas, que en esta zona sí se dejan crecer por el agricultor.
La acción del hombre se deja ver en otros puntos de la Vía Verde del Aceite. Los campos están salpicados de caseríos, abandonados en su mayoría desde hace años. Las casas en las que los propietarios de las fincas cuidaban de sus extensiones de olivar aparecen ahora blancas en medio de laderas.
Los torreones son otras construcciones características de la ruta que discurre junto a Torredelcampo. Pequeñas atalayas que tampoco tienen ahora una utilidad diferente a la de llamar la atención del viajero.
El recorrido continúa hasta llegar a la estación de Torredonjimeno, punto que supone haber recorrido ya 15 kilómetros desde el inicio de la vía. Continúa hasta Martos, localidad que atraviesa por su centro urbano ofreciendo la posibilidad de contemplar el castillo, la antigua cárcel o las iglesias de Santa María y San Juan de Dios.
La Sierra Sur se abre en la nueva etapa del camino. Surgen nuevos puentes metálicos desde los que se observan más desfiladeros. Ríos, pequeños afluentes, hilos de agua empiezan ya a salpicar la tierra del término municipal de Alcaudete, el quinto municipio que se pisa en la ruta. Esperan ante el visitante los 80 metros de altura del viaducto construido sobre el río Víboras, la reserva natural de la laguna del Chinche, el embalse de Vadomojón o el convento de Santa Clara.
A lo largo de la Vía Verde se han establecido zonas de descanso habilitadas con mesas y asientos de madera dispuestos de forma que se pueda aprovechar el mayor número posible de horas de sol. También se han construido instalaciones para dejar las bicicletas y permitir un alto en un camino que tiene un desnivel total de 250 metros, una pendiente máxima del 2%, dos túneles iluminados, nueve viaductos metálicos y tres pasarelas.
Actividades varias
- Dónde: La Vía Verde del Aceite parte desde el complejo polideportivo de Las Fuentezuelas, en Jaén capital, y desde cada una de las cinco estaciones de tren de los municipios que recorre este camino (Jaén, Torredelcampo, Torredonjimeno, Martos y Alcaudete). Toda la ruta está señalizada y tiene amplitud suficiente para que cicloturistas y paseantes puedan compartir espacio. También es un recorrido apto para personas que sufren alguna discapacidad física. - Cuándo: La primavera supone uno de los mejores momentos para descubrir los paisajes que se situaron junto a una vía de tren ahora recuperada para la práctica de deportes relacionados con la naturaleza. - Alrededores: La ruta arqueológica de los torreones en Torredelcampo y las rutas de la Sierra Sur (Martos y Alcaudete) son dos actividades complementarias que se pueden realizar en el transcurso del camino de la Vía del Aceite. Los recorridos de esta última sierra son rutas naturales que también se pueden realizar a pie o en bicicleta. - Y qué más: La página de Diputación www.promojaen.es ofrece datos de interés de la ruta, así como los ayuntamientos de las cinco localidades. La ruta ofrecerá la posibilidad de realizar deporte relacionados con el atletismo en los circuitos que está previsto construir. También se dotará todo el recorrido de un albergue y zonas de acampada.
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