Una excavadora sin conductor se estrella en Alcalá contra un depósito de gas

Una excavadora descontrolada y sin nadie a los mandos se estrelló ayer contra el depósito de propano de un antiguo colegio de Alcalá, tras recorrer 400 metros y derribar su valla. Los bomberos de la Comunidad evitaron escapes o explosiones y no hubo heridos. La Guardia Civil investiga por qué la excavadora tenía las llaves de contacto puestas y quién puso en marcha la máquina, contratada para construir la futura autopista de peaje Madrid-Barcelona, la R-2. Fomento, titular de las obras, afirmó que todo se debió a un intento de robo y que los ladrones, al ver que no sabían conducir la excavadora, se bajaron del vehículo.

Fue el vigilante del antiguo colegio Santo Tomás, un centro privado que lleva varios años cerrado, quien avisó a Emergencias 112 sobre las once de la mañana, al encontrarse con que la excavadora se había llevado por delante la valla, pasado por encima de varias botellas de propano y encallado en los bloques de hormigón que sujetaban un depósito de cuatro metros cúbicos de este combustible. La tripa de la máquina reposaba sobre los bloques de hormigón, la pala estaba sobre el depósito y las cadenas de oruga de sus ruedas continuaban girando, con el peligro de que la fricción provocase una chispa o de que el peso reventase alguna de las bombonas y éstas saliesen despedidas como un torpedo, según el 112.

La Guardia Civil asegura que la máquina tenía las llaves puestas, pero el contacto estaba atascado. De modo que, para evitar que la excavadora avanzase, los bomberos convirtieron en barro la tierra situada bajo las orugas, para que resbalasen. Como los operarios de la máquina no estaban, ya que la empresa adjudicataria de las obras hacía puente, la Guardia Civil se puso en contacto con los propietarios de la excavadora por teléfono, inquiriéndoles sobre cómo pararla. Lo consiguieron cerrando el paso del combustible. Habían transcurrido 50 minutos.