Multiculturalismo
Le escribo a propósito de la polémica suscitada por las declaraciones del presidente del Foro para la Inmigración, Mikel Azurmendi, en las que calificaba al tan mencionado multiculturalismo como la gangrena de la sociedad. La lluvia de acusaciones no se ha hecho esperar, pero el que mentalidades de carácter progresista, como Enrique Múgica, se hagan eco de las palabras de Azurmendi me lleva a la conclusión de que el tema necesita un análisis más riguroso.
Debemos abandonar la vulgarización del término y atender a su significado científico: el multiculturalismo posmoderno se basa en la multiplicidad de realidades, lo que nos lleva a pensar que toda cultura es igualmente verdadera y, por tanto, necesario objeto de protección. Este planteamiento se radicaliza de tal modo que acaba justificando cualquier inmoralidad (como la extirpación de clítoris), por el mero hecho de ser considerada algo lógico en una determinada cultura. Además, fomenta la creación de guetos para las culturas minoritarias, con el propósito de preservarlas de toda 'contaminación' que degenerara su pureza.
No creo, sin embargo, que la alternativa a esto sea la imposición de los modelos culturales occidentales, como los únicos válidos en un sistema que dominamos a través de nuestro desarrollo económico y militar, y el pensamiento único. Esto sería de una prepotencia tan antiilustrada como los planteamientos posmodernistas.
Lejos de todo ello, creo que la clave está en una palabra que todavía no he oído a ningún analista: mestizaje. Me refiero al presupuesto ilustrado mediante el cual toda cultura se encamina hacia una interpretación independiente de la realidad, teniendo en cuenta la evidencia de que unas interpretaciones se aproximan más que otras a la misma. De este modo, cada cultura ha de interrelacionarse con las demás, de forma tolerante y sin miedo a perder sus señas de identidad, pues lo que nutre a una cultura es el dinamismo del cambio social.
Los europeos, y especialmente los andaluces, tenemos el deber histórico de convertir la inmigración en una realidad social tan mestiza como la propia historia de la humanidad.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
PP y Vox suprimen la comisión LGTBI al reformar el reglamento de Les Corts Valencianes
El otro gran caso de empleo a cambio de sexo en una Diputación gallega: del amparo total a Baltar a la dimisión de Tomé
El proyecto de una fábrica de componentes de baterías en Sallent con 285 millones de inversión decae tras una decisión de Trump
Salvador Illa asegura que “hoy nada permite concluir” que la peste porcina proceda de un laboratorio
Lo más visto
- Elon Musk, más cerca de ser el primer hombre en alcanzar una fortuna de un billón de dólares
- El Gobierno de Mazón pagó 107 millones de euros más a Ribera Salud al aumentar su aportación por ciudadano
- La población de pumas de la Patagonia se dispara gracias a una presa inesperada: los pingüinos
- El Supremo ordena al ex fiscal general el pago de la multa y la indemnización a la pareja de Ayuso que le impuso al condenarle
- Víctor Manuel, músico: “El capital tiene que rectificar, nunca pensé que fueran a ser tan voraces”




























































