El nuevo plan urbanístico de Tarragona no considera viable soterrar la vía del tren

El proyecto inicial para la cuarta revisión del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) de Tarragona considera inviable la idea inicial del alcalde de la ciudad, Joan Miquel Nadal, de soterrar las vías del tren, por la cercanía de las mismas al nivel freático. La alternativa, según el proyecto de la empresa Aguirre Newman, sería favorecer su trazado paralelo a la N-340 o bien rebajar la cota de las vías desde el río hasta la actual estación en tres o cuatro metros.

El nuevo plan, que se debe aprobar inicialmente el próximo 25 de marzo y que después deberá someterse a información pública durante un mes, prevé además cohesionar los barrios de Ponent con la construcción de más viviendas -se eleva la cifra hasta las 9.000- y de un centro alternativo en la zona con servicios e infraestructuras públicas.

El soterramiento de la vía del tren no es realizable técnicamente por su proximidad al mar. Pese a ello, la reducción del impacto del tren en la zona no tiene por qué obviar la recuperación de la fachada marítima, puesto que las vías podrían rebajarse tres o cuatro metros en un soterramiento parcial. La propuesta incluye también un tren ligero que una los barrios de Ponent y Llevant.

La unión de estos barrios con el centro de la ciudad se estructura en torno del parque fluvial que se prevé en la cuenca del río Francolí, junto al cual se estructuraría asimismo un área de servicios públicos. En esta zona se ha previsto la edificación de la ciudad judicial y se podrían situar nuevas dependencias municipales. El plan recoge reivindicaciones históricas como el traslado de la antigua Universidad Laboral y la edificación de un muro verde que separe la industria química de los barrios.