Las cajas se acercan a los bancos

Las cajas de ahorro buscan nuevas fórmulas de financiación que les permitan crecer y competir con los bancos. En este sentido, y dentro del debate de la Ley Financiera, el Partido Popular piensa introducir una enmienda con el fin de resucitar las cuotas participativas, una figura apenas desarrollada desde que se creara hace 12 años y a la que quiere dar impulso ante la mirada recelosa del PSOE. El partido de la oposición ve en ella la posibilidad de que se abra la puerta al cambio en la propiedad de unas entidades que suponen el 50% del sistema financiero español.

Según el proyecto del PP, estas cuotas se asimilarían a las acciones sin derecho a voto; no podrían superar la mitad de los recursos propios de la caja; ningún inversor podría sobrepasar el 5% de las que se emitieran; se negociarían en el mercado, y su rentabilidad iría en función de la marcha de cada caja.

Este nuevo producto de financiación, según el PP, fortalecería a las cajas para afrontar los retos del crecimiento y la modernización. Pero provoca serios cambios en el funcionamiento de estas instituciones. Entre otros, el del reparto de los beneficios. Las cajas tienen que destinar la mitad del beneficio a reservas, y el resto, a la obra social. Al tener que retribuir a los propietarios de las cuotas, entra una tercera parte en juego. Algunos analistas opinan al respecto que para garantizar el atractivo de las cuotas, el porcentaje que se destinara a dividendo no debería ser inferior al destinado para obra social.

El PSOE ha mostrado suspicacias, no tanto en la puesta en marcha de las cuotas participativas, como en que esta reforma suponga un cambio en la naturaleza jurídica de las cajas. El partido socialista se muestra de acuerdo en la necesidad de establecer canales de financiación que posibiliten a las cajas competir con los bancos, pero advierte que ningún nuevo producto debe alterar las normas que rigen la composición de los órganos de representación de las cajas, algo que el PP, por otra parte, no contempla.

En los próximos meses arreciará un debate que ha estado soterrado los últimos 12 años.