Vuelta de tuerca en Amper

'Estamos reinventando Amper'. Así explicaban sus directivos, en 1999, la reestructuración y reorientación estratégica del veterano fabricante de equipos de telefonía para su trasformación en un grupo de tecnologías de la información. En los últimos meses, por mor de la doble crisis latinoamericana y de las telecomunicaciones, se han visto obligados a dar un giro de tuerca más, con cierre de empresas y recorte de plantillas, al proceso de reinvención del grupo, que registró en 2001 unas pérdidas de 21,31 millones de euros.

El grupo busca equilibrar el peso en la facturación de sus tres áreas de negocio y ha cambiado su filosofía de expansión en Latinoamérica

Hace un año presentó unos beneficios de 3,7 millones de euros, tras culminar en el ejercicio varias operaciones de expansión internacional y de entrada en nuevos sectores de alta tecnología, y las noticias y los rumores sobre grupos interesados en lanzar una oferta de adquisición sobre Amper se sucedían. 'Somos un pez rodeado de anzuelos', decían entonces fuentes de la empresa con resignación y un punto de complacencia.

La situación latinoamericana, la desaceleración de la economía mundial y la crisis de las telecomunicaciones, cambió radicalmente el escenario y en la segunda mitad de 2001 Amper empezó a reflejar en sus cuentas y en su ánimo la erosión. El reciente y oneroso saneamiento y cambio de estrategia del grupo, cuando empezaba a dar sus frutos, volvía a estar en riesgo. 'A grandes males, grandes remedios', fue la respuesta inmediata de los gestores a la situación y sin dilación pusieron en marcha una nueva reestructuración.

El grupo que preside Enrique Used ha quedado configurado en tres divisiones: Amper Tecnologías, dedicada a comunicaciones militares y empresas, sistemas de mando y control, párkings y parquímetros; Medidata, la filial brasileña de comunicaciones empresariales, en la que Amper controla el 51% del capital y va a ampliar su participación al 75%; y Amper Soluciones, que ofrece, como integradora de sistemas, proyectos a medida para operadores de telecomunicación y redes y servicios de integración voz/datos para grandes empresas y clientes corporativos.

El comportamiento de las dos primeras divisiones fue bueno en 2001, Tecnologías incrementó sus ventas en un 37% hasta 100,84 millones de euros, y Medidata en un 48% hasta 108,8 millones. El grueso del varapalo de la crisis corresponde a Amper Soluciones, que en el 2000 aportaba el 52% de los ingresos del Grupo Amper, como consecuencia de la caída de pedidos por parte de las operadoras de telecomunicación. Su facturación cayó un 28,3% en 2001, hasta 116,65 millones de euros, con lo que su participación en las ventas totales del grupo se redujo al 36%. A la vista de esta situación, la reciente reestructuración se ha centrado en esta división. En ella se han invertido 30 millones de euros en 2001 para reducir costes y readaptar su actividad a la demanda mediante el cierre de filiales en América Latina y con una drástica reducción de plantilla desde 1.000 a 300 trabajadores, entre otras medidas. También se ha dotado a la división de un plan estratégico destinado a potenciar sus actividades comerciales 'bajo criterios estrictos de rentabilidad', según afirman fuentes del grupo, con el objetivo de retomar este mismo año los beneficios.

La reestructuración de Amper Soluciones supone un cambio de filosofía en el grupo -el objetivo ahora es que su facturación se distribuya de forma equilibrada entre sus tres divisiones- y en su expansión en Latinoamérica. Amper va a ser más selectiva en la toma de participaciones en estos países y en todas ellas seguirá el modelo de Medidata, un paquete de control de la sociedad y continuidad en su gestión por parte de los socios locales. En principio, Amper tenía seleccionadas ya dos o tres opciones en Argentina, que se han aparcado por la crisis y analiza varias posibilidades de entrada en México.