La baja inversión pone en duda que el presupuesto se haya ejecutado como dice Rambla

Vicente Rambla, consejero de Hacienda, subrayó el martes, cuando presentó la liquidación del presupuesto de la Generalitat para 2001, que el grado de ejecución de las cuentas públicas durante el pasado ejercicio fue del 99%. Es decir, según la versión oficial, prácticamente se agotaron los fondos previstos. Lo que no está tan claro es el destino de esos gastos. Cristina Moreno, portavoz socialista, recordó ayer que las Cortes autorizaron un gasto en inversiones públicas para 2001 que rondaba los 800 millones de euros. A finales de noviembre, el Consell había consumido algo menos de 500, apenas un 60% de lo previsto.

Si efectivamente la ejecución presupuestaria alcanza el 99%, la conclusión es evidente. Los fondos inicialmente previstos para afrontar inversiones fueron destinados a gastos de funcionamiento. En palabras de la portavoz socialista: 'El Consell derrocha los fondos públicos'.

Moreno calificó como 'llamativo', el hecho de que la disponibilidad de fondos en la caja de la Generalitat a finales de noviembre arrojara unas existencias negativas de 2.200 millones de euros, mientras que la liquidación de las cuentas apenas un mes después, reduce esa cifra a 1.200 millones de euros.

Pagos aplazados

Finalmente, la portavoz socialista tiró por tierra las virtudes del déficit cero que invocó Rambla como objetivo para el presente ejercicio al recordar que el reciente aplazamiento del pago de 600 millones de euros de deudas, con un vencimiento inferior a un año, a un plazo de varios años. 'Cuando se asumen deudas por valor de 600 millones de euros para afrontar los gastos comprometidos no se puede alardear de cumplir con los compromisos de estabilidad presupuestaria', comentó Moreno.

Joan Antoni Oltra, portavoz de Esquerra Unida, abundó en la misma posición: 'Es una broma liquidar el presupuesto con 35,5 millones de euros de desfase después de alargar el plazo para el pago de las deudas para liberar recursos y permitir que la Generalitat siga endeudándose'.

Oltra sugirió que es 'aventurado' vaticinar que el Consell alcanzará el equilibrio entre los ingresos y los gastos de la Generalitat a lo largo de este año, aunque admitió que 'el papel es muy sufrido'.

Como prueba, Oltra apuntó uno de los aspectos más llamativos de la liquidación del presupuesto que el Consell aprobó el pasado martes: 'Rambla reconoce que hay casi 2.400 millones de euros en derechos pendientes de cobro, una cantidad desorbitada que supone casi la cuarta parte del presupuesto de 2001'. 'El Consell está jugando con ese dinero como si se pudiera cobrar, cuando todos los años la Sindicatura de Comptes recuerda en sus informes que una buena parte de esos fondos es absolutamente incobrable'.