Los tres adversarios de Cuevillas en el Colegio de Abogados piden su dimisión
El juez abre la puerta para que el decano vaya a juicio
Los tres candidatos que el año pasado optaron al decanato del Colegio de Abogados de Barcelona reclamaron ayer la dimisión de Jaume Alonso-Cuevillas, ganador de las elecciones, después que saber que el juez que investiga una querella de la fiscalía había dictado una resolución que sitúa al decano muy cerca del banquillo de los acusados por retener durante seis meses una indemnización de un cliente.
El magistrado Juan Emilio Vila, titular del Juzgado de Instrucción número 22, acordó ayer trasladar el caso al fiscal para que, si lo cree oportuno, presente escrito de acusación y solicite la apertura de juicio oral contra el decano de los abogados. El ministerio público ya anunció que pedirá que Alonso-Cuevillas se siente en el banquillo por los supuestos delitos de apropiación indebida y deslealtad profesional.
Al tomar declaración a Alonso-Cuevillas y realizar algunas pruebas, el juez no ha hecho otra cosa que cumplir el trámite que prevé la ley, aunque también podía haber archivado el caso, como reclamó sin éxito la defensa hace unos días. El juez descarta dar carpetazo al asunto por entender que 'no puede decirse que el hecho no sea constitutivo de delito'.
Los tres candidatos al decanato destacaron que debe tenerse un profundo respeto por la presunción de inocencia, pero coincidieron en que Alonso-Cuevillas debe dejar el cargo. 'El colegio no puede tener un decano bajo sospecha', aseguró Joan Maria Xiol, que perdió las elecciones por unas decenas de votos. Xiol había sido vicedeno con Alonso-Cuevillas entre 1997 y 2001. Por su parte, Teresa Cervelló afirmó que 'el decano no es un ciudadano cualquiera y el caso daña la imagen de todos los profesionales' porque aparecen indicios de que podría haber cometido un delito. Y Montserrat Pinyol recordó que 'un caso así no se había planteado nunca y no tiene justificación alguna'.
Por su parte, Alonso-Cuevillas explicó a EL PAÍS que no piensa dimitir y que cuenta con el apoyo de la junta del colegio. Del mismo modo, afirmó que si retuvo el dinero durante ese tiempo fue porque su cliente, el abogado Juan Armenteros, quería cobrar intereses e iniciar acciones contra el procurador del caso. Sin embargo, en el auto dictado ayer el juez recuerda que el cliente declaró que si no cobró antes la indemnización que le tocaba no fue por su 'obstinación', sino porque Cuevillas no le hizo ninguna 'oferta efectiva de liquidación'.
Asimismo el decano de Barcelona afirmó que 'la presunción de inocencia sólo se desvirtúa por una condena firme' y reclamó de la fiscalía que le dé 'el mismo tratamiento que se otorga a cualquier ciudadano, ni mejor ni peor'. Con todo, Alonso-Cuevillas aseguró que sigue creyendo en la justicia, 'pese a que el trayecto' que le ha tocado vivir sea 'tortuoso'.
Versiones contradictorias
Los hechos por los que el decano de los abogados puede ir a juicio se remontan al 20 de abril del año pasado, cuando cobró más de cinco millones de pesetas de indemnización de un pleito civil y no se las abonó a su cliente hasta el 30 de octubre del mismo año. Entonces ya se sabía que la fiscalía le estaba investigando por otras supuestas irregularidades cometidas como decano o bien como abogado. El juez dice que en el caso existen versiones contradictorias y que, como no le toca a él evaluar las pruebas, lo mejor es que haya un juicio.
La Asociación Catalana de Juristas Demócratas ha convocado una asamblea extraordinaria para el 21 de marzo con el fin de debatir el caso, por considerar que el proceso contra Alonso-Cuevillas 'afecta a la credibilidad de la institución colegial'.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.