Dos candidatos pugnan por relevar a Nadal al frente de la Universidad de Girona
La Universidad de Girona (UdG) elegirá por sufragio universal ponderado, el próximo 4 de marzo, al sustituto del rector Josep Maria Nadal, que ocupa el cargo desde la fundación de la institución. Sergi Bonet, vicerrector primero y delfín de Nadal, representa la opción continuista con aval de gestión, mientras que Joan Batlle esgrime un discurso más crítico y próximo al activismo de izquierdas. Tienen derecho a voto más de 12.000 estudiantes, 800 profesores y 400 empleados de administración y servicios.
Batlle, de 48 años, es catedrático de informática y centra sus investigaciones en los robots submarinos. Apoyado por los sectores más críticos, Batlle fue uno de los pocos profesores que defendió la insumisión a la LOU en un claustro. Comparte con Bonet el empeño en conectar la universidad a la empresa y se indigna ante la discriminación de los centros 'periféricos'. 'No podemos ser una universidad de primera si recibimos la mitad de financiación por estudiante', afirma.
El candidato asegura que la pugna Madrid-Barcelona es nefasta para Girona: 'La mayoría de las becas de investigación se quedan en Barcelona, independientemente de los méritos. Creen que ya cumplen dando una a Girona, otra a Tarragona y otra a Lleida'. Batlle no tiene equipo de vicerrectores: dejará que cada facultad los elija por sufragio.
La campaña electoral ha constatado una enorme desmotivación estudiantil. 'Hay una involución política. Se están perdiendo derechos y si la universidad, con los estudiantes al frente, no alza la voz, no lo hará nadie', afirma Batlle.
Por su parte, Sergi Bonet, biólogo celular de 42 años, asegura que su programa está guiado por 'la viabilidad y la responsabilidad'. No cree que la universidad deba fijar un nivel, sino que tiene que acomodarse a los nuevos conocimientos de los preuniversitarios. 'No recibimos peores estudiantes, sólo tienen unas capacidades diferentes', asegura. Bonet recuerda que la universidad es un servicio público y no elitista.
El candidato destaca de su programa el despliegue de la universidad por el territorio a través de la formación continuada y una política social comprometida en la propia comunidad y en las ayudas al exterior. A Bonet no le gusta nada el sufragio universal para elegir rector. 'Hay un riesgo enorme de politización. Se traducen los tics de la democracia, aunque creo que en un claustro puede hacerse un debate intelectual más profundo', dice.
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