El Gobierno pretende crear oficinas que tramiten el primer permiso de residencia de los inmigrantes
La Dirección de Inmigración estima que en Euskadi residen unos 3.000 'sin papeles'
Een sus primeras declaraciones como director de Inmigración, en octubre pasado, Oke recalcó que las competencias de la comunidad autónoma, aunque son pequeñas en materia de inmigración 'son importantes en la vida cotidiana del inmigrante'. Como uno de los primeros pasos para facilitar la vida a este colectivo, el Gobierno vasco pretende crear una red de oficinas que se dediquen en exclusiva a tramitar el primer permiso de residencia a extranjeros. La Dirección de Inmigración, incluida en el Departamento de Bienestar Social, estima que en Euskadi viven unos 3.000 sin papeles.
Este servicio asesoraría de forma gratuita a los inmigrantes sobre los requisitos, plazos y documentos necesarios para obtener un permiso de residencia, explica Oke. La labor de estas oficinas iría incluso más allá: también darína asesoramiento en esta materia a instituciones, empresas y particulares. Los planes de Inmigración son abrir una oficina en cada una de las tres capitales vascas mediante los correspondientes convenios con los colegios de abogados. Oke señala que en Zaragoza ya existe una asesoría similar y que el colegio de abogados de Álava, el único consultado por ahora, ha recibido bien esta idea, que considera 'interesante'.
Oke subraya que con esta iniciativa se pretende facilitar a los inmigrantes la realización de unos trámites administrativos que resultan complejos para las personas recién llegadas a nuestro país y que hasta ahora deben afrontan en solitario o, en algunos casos, con la ayuda de asociaciones. En este sentido, recuerda que, desde hace años, algunas ONG se han visto abocadas a asumir esta tarea de asesoramiento para solicitar ante la Administración el primer permiso de residencia u otros.
La Dirección de Inmigración se creó hace menos de cuatro meses, a raíz de la entrada de Izquierda Unida-Ezker Batua en el Gobierno vasco. Su director, el africano Omer Oke, ha mantenido desde su nombramiento múltiples contactos con representantes de administraciones y colectivos sociales para delinear lo que será el primer plan vasco de integración de los ciudadanos extranjeros. Esta dirección tiene un presupuesto de seis millones de euros (1.000 millones de pesetas).
El protagonismo municipal
El plan quiere potenciar el papel de los municipios como vía para la primera acogida del inmigrante. Oke explica que el pasado enero, con motivo del primer aniversario de la entrada en vigor de la ley de Extranjería, enviaron una carta a todos los municipios para recordarles que deben empadronar a cualquiera que tenga un documento y un domicilio, al margen de cuál sea su situación administrativa en España. Oke insiste en que el primer principio contemplado en el plan vasco de inmigración es el de ciudadanía, que establece que una persona tiene todos los derechos por el mero hecho de pertenecer a una sociedad, al margen de que tenga papeles. El borrador del plan será debatido con las consejerías del Gobierno que tienen contacto con extranjeros, para después someterlo a los colectivos sociales y a los partidos políticos, señala el director de Inmigración.
Su área también quiere formar a los servicios sociales de base para mejorar la atención que presta a este colectivo y editar una guías precisas de los recursos para los inmigrantes de que disponen las diversas administraciones. Oke ha tenido contactos con Sanidad, Agricultura, Justicia y Empleo, con las tres diputaciones y los ayuntamientos de San Sebastián, Vitoria y Bilbao. Aunque aún no ha hablado con el Departamento de Educación, Oke cree necesario desarrollar programas de integración para que ciertas escuelas no se conviertan en guetos, facilitar la formación del profesorado en claves interculturales y aumentar los docentes de refuerzo para los alumnos extranjeros con problemas de inserción.
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