Los arqueólogos encuentran en Cádiz nuevos vestigios del asentamiento fenicio
Un trozo de muro podría aclarar el emplazamiento de Gadir
Una X marca el lugar. Los arqueólogos pueden haber descubierto en Cádiz la pieza que faltaba para señalar a la ciudad como el asentamiento fenicio más antiguo de occidente. El pasado martes las prospecciones que se realizaban en el solar de un antiguo cine gaditano, el cine Cómico, sacaron a la luz los restos de una construcción que pueden dar respuestas certeras sobre la pregunta de los 3.000 años.
Los arqueólogos habían alimentado esta hipótesis con valiosos descubiertos que daba testimonio de enterramientos en necrópolis fenicias en las que fueron encontrados valiosos sarcófagos y elementos de la vida cotidiana de los gaditanos de hace 2.700 años. Pero faltaba una pieza fundamental, faltaba la ciudad, la mítica Gadir.
Los restos fueron hallados a unos seis metros de profundidad en el curso de unas obras impulsadas por el Ayuntamiento. El hallazgo provocó la convocatoria de una reunión de expertos que, si bien estaban de acuerdo en que se trataba de restos importantes, prefirieron no conjeturar en ese momento sobre la antigüedad del hallazgo y la naturaleza de la construcción.
Tras un baile de fechas, el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Cádiz, Antonio Castillo, explicó ayer que se trata, 'con toda certeza', de una construcción de, 'al menos', el siglo VII antes de Cristo. Aunque el concejal añadió que 'lo más probable' es que se trate de una obra aun más antigua, y aseguró estar personalmente convencido de ello, si bien reconoció que se trata de una información pendiente de confirmación científica.
Un muro ancho
Lo hallado puede ser, efectivamente, la pieza que falta. El descubrimiento presenta el muro de un metro de ancho que algunos se han aventurado a identificar como una muralla. Con todo, el propio concejal explica que 'también pueden ser los restos de un templo o un equipamiento portuario'. Sea como fuere, el grosor de la estructura nos sitúa ante una construcción de grandes dimensiones.
La mole estaba sellada por argamasa de posteriores construcciones datadas en la época romana, y que ha facilitado la conservación del tramo sacado a la luz. Los arqueólogos esperan poder seguir profundizando en la excavación para aportar datos que identifiquen la construcción.
El Ayuntamiento ya ha anunciado su intención de modificar el proyecto de obra original para permitir que la excavación no solo se desarrollen en vertical, sino que también se desarrolle en horizontal, siguiendo el trazado de la construcción. Para ello, los arquitectos municipales ya han previsto ponerse manos a la obra para diseñar medidas que protejan los edificios colindantes ante posibles efectos colaterales.
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