'Eva María' se seguirá cantando siempre'
Treinta años después de ser compuestas, las canciones de Fórmula V traspasan fronteras y prohibiciones. En Irán cualquier música con letra extranjera está prohibida; sin embargo, en el coche de un guía de Teherán, Eva María, La fiesta de Blas y Cuéntame, suenan a todo volumen mientras no haya un policía cerca. 'Es mi cinta favorita', asegura el guía. A Francisco de Asís Pastor, cantante del grupo Fórmula V, la anécdota no le sorprende. Simplemente se limita a decir: 'Si alguien me hubiera dicho en aquellos años que en el siglo XXI me iban a estar haciendo entrevistas, no me lo hubiera creído'.
Los cinco componentes de uno de los grupos más populares de la primera mitad de los sesenta todavía se reúnen, 'de vez en cuando y por puro placer' para interpretar las canciones que formaron parte de la era ye-yé española. Francisco de Asís Pastor, Paco en el mundo musical, tiene ahora 52 años y reniega de la etiqueta de niños pijos que muchos quisieron ponerles a los melenudos españoles de la época de los Beatles.
'Un grupo como La Oreja de Van Gogh son los Fórmula V del siglo XXI'
Pregunta. La crítica les acusó de ser un grupo prefabricado al estilo de The Monkees. De ser un producto de estudio y hecho simplemente para triunfar. ¿Acepta esa etiqueta?
Respuesta. Bueno, la crítica nos acusaba más de ser comerciales que de ser un grupo prefabricado. Decían que éramos especialistas en hacer música comercial. Pero lo que ocurría entonces era que se vivía una especie de corriente underground muy fuerte, encabezada por grupos psicodélicos como Máquina, y todo lo que se saliera de ahí era tachado de comercial o de basura. Nosotros hacíamos música simple, y esa simpleza ha demostrado que era la que tenía razón. Nosotros hemos perdurado, ellos no.
P. ¿De dónde salió el nombre de Fórmula V?
R. Cuando estábamos buscando nombre para el grupo no queríamos ser como el resto de bandas. Todas empezaban por un artículo. Queríamos otra cosa. Por aquellos días se acababa de inaugurar el circuito del Jarama y nos gustaban los coches así que decidimos ponernos ese nombre que también implica velocidad.
P. En aquella época no llegaba casi nada de música de fuera y ser cantante o comprar una guitarra, decían que era cosa de niños bien.
R. Yo soy del barrio de Cuatro Caminos, una zona obrera de Madrid. Los otros componentes del grupo venían de San Blas que tampoco era la cuna de la sangre azul. Es cierto que grupos como Los Brincos tenían esa etiqueta pero no era lo más común. Los que no teníamos acceso a música o instrumentos hacíamos auténticas maravillas. Vivíamos para eso. Era toda nuestra vida.
P. ¿Qué diferencias encuentra entre la forma de componer de entonces y la de ahora?
R. Nuestro secreto era la frescura, la espontaneidad. Ahora creo que hay cosas que están muy bien hechas pero se tiende también a hacer mucha música de laboratorio, tan bien empaquetada y facturada que no llega. No transmite.
P. Y ahora, después de todos estos años, ¿usted a qué se dedica?
R. Yo me dedico a navegar... Mi historia ha sido muy particular. Cuando dejé la música cayó en mis manos un ordenador Commodore y me di cuenta de que componer música es muy similar a programar. Así que empecé a interesarme por la informática, tanto que fundé la empresa Erbe de videojuegos y más tarde también Sega. Pero en 1996 me dije a mí mismo: 'No quiero ser un estresado toda mi vida' y abandoné todo. Ahora es tiempo de vivir. Damos algunos conciertos simplemente por placer, por el placer de ver que todo el mundo se sigue sabiendo las canciones.
P. Esta canción del disco, Eva María, compuesta por Armenteros, la conoce todo el mundo. ¿Qué sensación tiene?
R. El verano pasado en un pueblo perdido de Jaén vi cómo un par de chicos se acercaba hacia mí. Uno tendría 18 años y el otro unos cinco. Iban cantando Vacaciones de verano... Si alguien me hubiera dicho que iba a ver esto hace treinta años no me lo hubiera creído. Lo que está claro es que de nuestras canciones nadie recordará el autor, ni quién las cantaba; pero podrán pasar sesenta, setenta años y estoy seguro de que se seguirán cantando siempre.
P. En aquella época había tres grandes reyes en la música: Elvis, The Beatles y The Rolling Stones. ¿Cuál o cuáles eran sus favoritos?
R. Ellos eran el espejo en el que nos mirábamos todos. Pero yo siempre he sido de The Beatles. Comprender a este grupo es comprender que son más que una banda de pop, son historia pura y dura.
P. Y de los grupos españoles de aquella época, ¿cuáles le gustaban más?
R. Me encantaban Los Módulos. Tenían un directo potentísimo y muy poco visto. Hacían una especie de underground pero más accesible. También me encantaban las melodías y las voces de Los Ángeles. De los grupos y los intérpretes de ahora me quedo con Ketama y Manolo García.
P. Todo muy flamenco.
R. Es que es cierto, en aquella época todo lo que oliera un poco a música española no se aceptaba. A principios de los sesenta pensar en una Rosarillo o en unos Ketama era prácticamente imposible. Sólo recuerdo un grupo que se llamaba Smash y que hacían una especie de psicodelia flamenca pero no fueron a ningún lado. Pero también me encanta La Oreja de Van Gogh, creo que son un poco los Fórmula V de principios de siglo.
Babelia
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