60 ciudades europeas y mediterráneas piden fondos a la UE para programas de cooperación
Las metrópolis europeas propondrán unas normas mínimas para la acogida de inmigrantes
La ciudades europeas y las de la cuenca mediterránea necesitan programas de cooperación que puedan gestionar ellas mismas, y el conjunto de los programas debe ser financiado por fondos de la Unión Europea. Es la idea central de la declaración suscrita ayer en Barcelona por 60 ciudades europeas y del arco mediterráneo en la que piden a la UE la creación de un programa específico de cooperación. La petición se presentará en la reunión que los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea celebrarán el próximo mes de abril en Valencia.
Con esta petición se clausuró la tercera reunión del grupo Euromediterráneo de Eurociudades, que con anterioridad se había celebrado en Burdeos y en Casablanca. El grupo, denominado Eurocities, reúne a un centenar de ciudades y fue impulsado por el alcalde de Burdeos y ex primer ministro francés, Alain Juppé. Al término de la reunión plenaria, los representantes de las ciudades europeas (una treintena) mantuvieron un encuentro por la tarde para tratar sobre el reto que supone la inmigración. En esta reunión acordaron elaborar y proponer al próximo plenario una serie de normas mínimas para garantizar una buena acogida de los inmigrantes.
En los debates de la mañana, los alcaldes reclamaron para las ciudades la capacidad directa de gestionar programas de cooperación con el fin de afrontar los retos de las ciudades, como la inmigración, el crecimiento urbanístico y la sostenibilidad. Supone un paso más en la dirección ya abierta por los programas mediterráneos -como los Med-urbs-, pero con la peculiaridad de que las propias ciudades los gestionarían directamente con una aportación de fondos de la UE de cuatro millones de euros (665,5 millones de pesetas) por cada programa de cooperación.
Los alcaldes también reclamaron que se ejecuten los programas comunitarios ya aprobados, como los Med-urbs: 'Sólo se ha ejecutado la mitad de los 4.500 millones de euros con que estaban dotados', explicó Joan Clos, alcalde de Barcelona. Parte de los asistentes criticaron la concentración de ayudas de la UE en las ciudades de la Europa del Este.
Proceso de lucesy sombras
Fue una reunión con el escenario de fondo del conflicto de Oriente Próximo. Tanto, que algunas intervenciones de representantes de ciudades palestinas fueron saludadas con aplausos. 'Es difícil hablar de un balance del grupo Euromediterráneo en estos momentos porque el proceso está lleno de luces y sombras', dijo Alain Juppé, ex primer ministro francés y uno de los inspiradores del grupo Eurocities. Juppé considera muy complejo pero imprescindible abordar el proceso de desarrollo de las ciudades de Oriente Próximo, 'en medio de una degradación tan dramática como se vive ahora esa zona'. 'La situación es todavía más difícil desde los atentados terroristas del 11 de septiembre', añadió, para justificar los modestos resultados de los programas de la UE de cooperación en esa zona. En el lado de las luces hay que contraponer, según Juppé, el dinamismo que las ciudades son capaces de tener por sí mismas. A su juicio, es imprescindible promover el desarrollo en los países del sur del Mediterráneo porque contribuirá al proceso de crecimiento, justicia y cohesión de ese espacio. El ex primer ministro se mostró confiado en la 'suerte' que representa ahora la presidencia española, y esperanzado ante la reunión de Valencia, que debería aprobar la petición de fondos para programas de cooperación para las ciudades europeas y de países mediterráneos. 'En definitiva, lo que se persigue es promover la paz, la estabilidad y la prosperidad en la región euromediterránea', recordó Juppé al referirse a lo que ambiciona el denominado Pacto Euro-med, firmado en Barcelona.
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