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La británica International Power no renuncia a volver al mercado español tras dejar Unión Fenosa

El director general y primer ejecutivo de la compañía eléctrica británica International Power, Peter Giller, afirmó ayer que el problema de Enron 'no es financiero, sino de falta de moralidad'. Giller aseguró que su empresa desea estar presente en el mercado español a pesar de su fracasada entrada en el capital de Unión Fenosa, aunque su área inmediata de expansión es la República Checa, un país idealmente situado para suministrar electricidad a los países centroeuropeos.

Giller tiene clavada la espina de la fracasada incursión en España. En julio pasado, International Power vendió su participación en Unión Fenosa, en la que había desembarcado en 1998. 'Las relaciones eran muy buenas, pero el problema era la escasa rentabilidad. Un 5% era poco para la inversión que teníamos', explicó en una conversación con este diario. La compañía inglesa vendió a Fenosa su 25% en la filial de generación por 100.500 millones de pesetas (604 millones de euros). International Power quiere volver a España, pero no sabe ni cómo ni cuándo. Las incertidumbres de los costes de transición a la competencia (compensaciones que reciben las eléctricas por permitir mayor competencia) fueron otro de los problemas del mercado español, cuyo nivel de apertura no parece aún el adecuado para una empresa como International Power.

Sus pasos se dirigen ahora a la República Checa, donde están negociando la compra de activos, pero se encuentran ante la barrera de que el Gobierno checo quiere privatizar al mismo tiempo las centrales nucleares y las convencionales. Giller no quiere saber nada de nucleares: 'Las nucleares ya no son un asunto técnico, sino político', aseguró.

Giller es alemán de nacimiento, pero trabaja para una firma inglesa y ha desarrollado parte de su carrera en EE UU. Ese mestizaje condiciona su visión de la crisis de Enron, en la que conviven su admiración por el sistema americano y un toque de moralidad muy propio de algunos ejecutivos alemanes. 'Nosotros somos una compañía sencilla y transparente, no como Enron', indicó. 'Enron no es un problema financiero, es un problema de falta de moral'. Y precisó que lo decía en sentido general, sin acusar a nadie personalmente.

Durante años, Enron, la mayor eléctrica del mundo, falseó sus cuentas de resultados para ocultar el fracaso de su estrategia expansiva. 'Si cae la confianza de los inversores en nuestras industrias, tendremos un grave problema. Hay que dar la información correcta al mercado. La gente cree lo que decimos porque somos transparentes', añadió.

International Power no es un gigante del mercado mundial, aunque su producción bastaría para cubrir las necesidades de un país como Portugal. Pero quiere tener las cuentas claras. 'Sólo comercializamos la electricidad que producimos', advirtió. El beneficio anual antes de impuestos se elevó a 240 millones de libras (393 millones de euros) en septiembre pasado, con unas ventas de 906 millones de libras.

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