El Barcelona engrasa la máquina

El Barça ha reaparecido en la Liga con todo su esplendor. Quién lo diría apenas hace un mes, tras la derrota con Osasuna, pero esta Liga da más oportunidades que nunca de redención. Hasta el momento han pasado siete equipos por la cabeza de la clasificación, lo que habla del campeonato más reñido de los últimos tiempos. Los siete primeros, con el defensivo Valencia a la cabeza, están en tres puntos de margen.

Hasta el momento han pasado siete equipos por la cabeza de la clasificación, lo que habla del campeonato más reñido de los últimos tiempos. En algunos círculos se entiende esta igualdad como la expresión de un fútbol mediocre: la media de puntos es pobre y la distancia de los primeros con los últimos resulta escasa. Pero a la vista de la jornada de ayer, probablemente hay que hablar de todo lo contrario: la Liga está igualada porque casi todos los equipos son competitivos y despliegan un buen juego. Por si acaso, ahí quedaron los partidos de San Mamés, Camp Nou y Balaídos, donde el Celta tuvo una actuación impecable que no le sirvió para darle la victoria frente al Málaga.

El vencedor de la jornada fue el Barça, que llega con la máquina engrasada al momento culminante de la temporada. De repente, Rexach ha tocado la tecla justa, o eso parece. Rivaldo ha emergido como en sus mejores tiempos para brindar jugadas inolvidables, como la que protagonizó en el segundo gol. Jugada extraordinaria que remite a todos los grandes del Barça. A Ronaldo, a Romario, a Laudrup, a Maradona, a Cruyff, a Kubala. A diferencia de lo que ha ocurrido en los dos últimos años, Rivaldo comienza a encontrar compañía en un equipo que vuelve a caracterizarse por brillante fútbol de ataque. Con la categoría y versatilidad de Kluivert, la astucia de Saviola y la pujanza de Luis Enrique, el Barça es una permanente amenaza de gol. Con Motta y Cocu tiene dos jugadores de clase en el medio campo. Con Puyol tiene carácter y contagio. Las perspectivas son inmejorables si el equipo no cae en sus viejos despistes.

Tras la jornada, los siete primeros, con el defensivo Valencia a la cabeza, están en tres puntos de margen. Nadie se escapa y nadie se descuelga, pero unos ganan crédito y otros lo pierden. El Madrid más que ninguno. Su decepcionante actuación en San Mamés abunda en la idea de un equipo en crisis. No gana fuera del Bernabéu desde hace demasiado tiempo, y el calendario no le ayuda: tiene que visitar Balaídos, Camp Nou y Riazor. No parecen las mejores noticias para un equipo cada vez más frágil.