Las instituciones impulsan la presencia del arte electrónico en la feria Arco
Algunas galerías se apuntan a la unión de arte y nuevas tecnologías. El bilbaíno Aguirrezabala destaca con un proyecto basado en el 'chat', y Scott Draves, con un programa para crear una granja de ovejas electrónicas
Después de la explosión del año pasado, el arte digital sigue incrementando su presencia en Arco, la feria de arte contemporáneo más importante de España, que celebra su 21ª edición en Madrid, desde hoy hasta el 19 de febrero.
Al tratarse Arco de un evento comercial, son las instituciones las que efectúan las propuestas más experimentales, ya que son las más difíciles de vender. Caja Madrid ha producido 1o proyectos, cuyos autores se presentan bajo el nombre de Generación 2001. Entre ellos figura Roberto Aguirrezabala (Sestao, 1971), quien preenta Badplayer, proyecto de net.art que usa la comunicación mediante el chat. Éste se desarrolla en un contexto de inteligencia artificial en Internet.
Robots músicos
La Fundación Telefónica presenta las obras premiadas en el III concurso internacional de arte y vida artificial Vida 4.0. Ente ellas figuran los robots músicos y pintores de Carlos Corpa y también Electric Sheep, un software de Scott Draves para crear colectivamente en Internet una granja de ovejas eléctricas.
El pabellón del Ayuntamiento de Madrid, realizado por el grupo de arquitectos UHF, anticipa los contenidos del I Festival de Arte, Ciencia y Tecnología (marzo, centro cultural Conde Duque). El centro presenta su nuevo MediaLab y convoca por vez primera un concurso de proyectos de arte digital.
En Netspace@arco, la sección que reúne las empresas relacionadas con la creación electrónica, destaca LaAgencia, una productora de eventos de cibercultura fundada por Vicente Matallana, que realizará un workshop-workshow de net.art con artistas del colectivo Hell, recientemente rebautizado No-Such, como los americanos Fakeshop, el británico Andy Forbes, los italianos 80/81 y los españoles Maschica y Area3. Además presentará el nuevo proyecto del esloveno Igor Stromajer ProbleMarket, una agencia de valores donde se realizan transacciones de problemas. También en w3art, el website de información y crítica sobre las prácticas artísticas emergentes de José Luis Brea, habrá propuestas inéditas de net.art: Un día de niebla, de Antonio Alvarado; Proyecto Soma, de Nicolas Casavecchia, y Coma, de Dora García, que se sirve de los archivos de vídeo de un trabajo realizado para la Sala Montcada de Barcelona.
Son cada vez más las galerías que presentan obras vendibles, realizadas con recursos vinculados a las nuevas tecnologías, sobre todo impresiones digitales. Por lo que se refiere a las propuestas más arriesgadas, destaca la de la Galería Metropolitana de Barcelona, que presenta Esfera tecno-humana, de Ricardo Iglesias y Gerald Kogler, un entorno donde viven unos robots que reaccionan a la presencia de los humanos y pueden ser controlados desde la red. La galería Artinprogress de Berlín presenta una instalación de Chema Alvargonzález, con unas luces de leds rojos que brillan más a medida que el espectador se aleja, trazando las últimas palabras de Goethe, que también dan título al proyecto: Mehr Licht, más luz.
El letargo de la 'web' de Arco
La nueva web que Arco lanzó el año pasado para su 20º aniversario no ha alcanzado los resultados esperados. El entorno virtual, creado y gestionado por el Museo de la Universidad de Alicante, nació para convertirse en una feria virtual permanente capaz de facilitar el intercambio comercial entre las galerías a lo largo de todo el año. Sin embargo, no funcionó y, a pesar de tener una buena actividad durante la feria, durante el año las visitas son muy escasas. Después 12 meses, mantiene deficiencias estructurales, como no tener una sección donde enlazar los proyectos de arte digital que se presentan en Arco. 'Seguimos trabajando para tener una presencia constante en la red. Hemos apostado mucho por Arco Data España y Arco Data América Latina, dos bases de datos elaboradas con la colaboración del Reina Sofía y la Universidad Carlos III de Madrid', explica Rosina Gómez Baeza, directora de la feria. Australia es el país invitado. El centro cultural Conde Duque acoge hasta el 3 de abril la exposición Heterosis. Arte digital desde Australia, que reúne la obra de tres artistas digitales. En un espacio oscuro, Patricia Piccinini proyecta una gigantesca ola, realizada con el mismo software empleado para los efectos especiales del Titanic, que provoca una honda sensación de inestabilidad y a veces incluso pánico y mareo en el espectador. Peter Callas propone una serie de impresiones digitales sobre papel fotográfico de gran formato, que recogen sus experiencias en Brasil. Finaliza el recorrido María Velonaki con una videoproyección interactiva, Pin cushion, que rinde tributo a la imaginería vudú. Consiste en un rostro de mujer proyectado sobre un cojín de goma en el cual hay clavadas agujas de acupuntura que al ser tocadas, dependiendo de su carga estática, deforman los rasgos del rostro. Las galerías australianas en Arco presentan artistas que trabajan con elementos tecnológicos o digitales.
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