'Sé que me van a seguir cuestionando'

'Esta noche voy a poner el balón sobre la mesa y voy a marcar la camiseta', dijo Morientes (Cáceres, 1976), más ancho que un ocho. 'Habrá noches en que me querré meter debajo de la cama, pero hoy voy a salir a la calle y lo voy a celebrar por todo lo alto porque no recuerdo la última vez que metí cinco goles en un partido. Sé que los metí, quizá en Sonseca, cuando era un juvenil. Desde luego, nunca lo había conseguido como profesional. En Zaragoza metí tres goles en tres partidos, y guardé los tres balones de los hat tricks. Pero en Madrid nunca pude meter un hat trick y hoy... metí cinco. Así que cuando terminó el partido le pedí el balón al árbitro y me dijo: 'Te lo has ganado'.

Puskas había sido el último jugador del Madrid en meter cinco goles en un partido, contra el Elche (7-0), el 22 de enero de 1961. Ayer lo repitió Fernando Morientes, justo cuando el equipo andaba metido en una depresión y él mismo sumaba un gol en los últimos cinco partidos. Llovían las críticas en su contra y no eran pocos los que en el seno del vestuario le veían fuera de foco en los entrenamientos. De modo que cuando sacudió cinco veces la red de Las Palmas, su alegría le desencadenó un ataque de risa nerviosa. Al salir del vestuario, tras el partido, intentó reprimir la sonrisa que descubría sus dientes. No era para menos: su hoja de servicios registra 97 goles en 227 partidos y ya es el máximo anotador de la Liga actual, con 15 goles. Le siguen, Catanha, Raúl y Kluivert, con 11.

'Esta temporada me han cuestionado incluso cuando llevaba diez goles, uno menos que el pichichi', reflexionó Morientes. 'Y me seguirán cuestionando igual. Pero eso no me importa. Me importa que en el club me valoren quienes me tienen que valorar. Ahora soy el hombre más feliz del mundo y no guardo rencores. Estoy muy contento. Tampoco me voy a poner a dar saltos aquí, frente a las cámaras, pero estoy muy contento'.

El delantero estaba satisfecho. Y se regocijaba viendo en la tele del estadio la ejecución de sus propios goles. Sobre todo los cuatro cabezazos limpios, saltando sobre los centrales amarillos. 'Los goles de cabeza son los goles que más me gustan, más que los que meto por abajo', aseguró El Moro; 'el juego aéreo es mi principal virtud y esta tarde he podido aprovechar tres centros muy buenos de Figo y uno de Miñambres, que me la ha puesto muy bien. El otro gol me lo ha regalado Nacho González, en un rechace. Y luego yo, al fallar el penalti, se lo he devuelto y le he regalado la parada. Ha estado muy bien'.

'Fui a patear relajado', dijo Morientes, al recordar el penalti; 'y como habrán comprobado, no es mi fuerte'. Si lo hubiera anotado, habría entrado en la historia del Madrid como el primer jugador en meter seis goles en un encuentro.