Los chicos que pusieron música a la vida
En los bares es donde se entiende la televisión. Por eso, mientras dure el concurso más importante de los últimos tiempos, Operación Triunfo, hay que estar en los bares. Se oyen cosas como ésta: 'Gran Hermano era como colesterol del malo, y Operación Triunfo es como colesterol del bueno'. En el bar (que por supuesto se llama La Pausa), una señora dice que le gustaría darle ánimos a la madre del concursante expulsado Naïm. Otra añade que se moriría por saber qué opina del programa un experto en televisión, como Chicho Ibáñez Serrador. Y entonces, los mirones y mironas del bar deciden que durante los intermedios, en lugar de dejarse el saldo del teléfono móvil votando a sus concursantes favoritos, van a dejarse el saldo del teléfono móvil en llamadas. Para algo están en un bar. Buscan el número de Patricia Mansilla, madre de Naïm, que - por decirlo a la manera del Un, dos, tres...- es residente en Tenerife. El móvil de la señora tiene función manos libres, así que los demás mirones también pueden escuchar. La madre, cosas de los bares, se pone al teléfono:
En la tele, la psicóloga de la academia avergüenza a Tenorio por haber dicho una palabrota. ¿Conocerá a Marilyn Manson, ese cantante que escupe a su público?
Ibáñez Serrador: '¡Hubiera dado un brazo por inventar algo así! Algo que parece sencillo y no lo es, algo que es blanco y sin 'voyeurismo', pero que tiene audiencia'
'A David le descubrió mi señora, que trabaja en un vivero, donde el chico hacía un curso de forestal. Ahora nos contratan por ser 'la orquesta del Bisbal'
'Hay quien dice que los del jurado son como vendedores de multipropiedades; yo, no, pero me sorprendió que le dijeran a mi niño: 'Tú no desafinas, tienes tu estilo, eres buen compositor, pero a la calle', cuando a otros les han dicho: 'Tú no tienes ni idea de inglés, te equivocas, pero te quedas'.
'He estado tres días en Barcelona y sólo le he podido ver media hora, pero en esa media hora fui yo la que le dijo: 'Hijo, hay unos chavalitos aquí de una emisora muy pequeña, radio La Mina, que te quieren entrevistar, y primero son ellos'. Ésa es nuestra política. A lo mejor estamos locos, pero sabemos lo que queremos. Se ve que han hecho una empresa que se llama La Academia, y creo que los niños ganarán el 50% de cada trabajo que hagan. Está bien, ¿no? Mi hijo tenía una cartilla en Caja Canarias, pero le han abierto una nueva en la oficina de La Caixa de Canet de Mar, de donde son los de La Trinca, los que llevan lo de Gestmusic. Los chicos son mayores de edad, así que, aunque no estemos allí, pueden firmar lo que sea. Pero la madre de Natalia está contenta porque la van a hacer la Britney Spears española. Sé que para Naïm tienen algo preparado, pero no te dan explicaciones, es lógico'.
Predecir el futuro
'Mi marido es un buen músico, pero no estuvo en el sitio adecuado en el momento adecuado. Por eso tuve una cosa clara desde que Naïm era pequeño. Con cinco años lo puse a estudiar piano. Pensaba: si quiere ser músico, que lo sea, y si no, tendrá cultura. A mí me ha llamado Concha Velasco y no he ido, no quiero ir de madre de la Pantoja. No soy casposa. Un día le dije a Naïm: '¿Quieres ir a Lluvia de estrellas?'. Él me contestó: 'Mamá, no me gusta imitar; me gusta hacer las cosas por mí mismo'. Luego salió esto. Me acuerdo que era viernes, y sin decirle nada le apunté. A Eurovisión irán Chenoa y Bisbal. Carrera para Rosa y carrera para Manu. Naïm hizo el bachillerato con una nota media de excelente, cinco matrículas de honor. Su voz es diferente a la de Bisbal, a la de Manu, a la de Bustamante (que no tengo nada en contra, que son lo más sano y lo más buen compañero que hay). La voz de Naïm sólo la tuvo Camarón. Podría hacer una carrera tipo Alejandro Sanz. En Londres, Radio One está como loca diciendo: '¿Quién es ese chico?', porque sólo ponen sus canciones. Dicen: '¿Es negro?'. En Miami tiene 2.000 seguidores; en Puerto Rico, 2.000. Ahora voy a empezar a llevar yo el club de fans. Me están poniendo la línea ADSL, pero me faltan los drivers. La madre de Bustamante, el día que salió Naïm, me llamó y me dijo: 'Dale las gracias al tuyo, porque estando nominado, como el mío, se pasó la semana pasándole la canción una y otra vez'. Y la madre de Rosa: 'Necesito un chaval como el tuyo para mi niña'. Yo hubiera apoyado a Rosa mucho más que a Chenoa. ¿Tú te acuerdas de lo que grabaron todos los chicos por Nochebuena con sus padres? Bueno, pues nosotros nos estábamos mudando de casa, y pensé: para que esté todo lleno de cajas, nos vamos al mejor hotel de Tenerife y lo celebramos allí. A las cinco de la mañana del día siguiente me levanté, y sin maquillar ni nada le despedí, con su padre. Lo único que salió en el resumen es el padre haciendo la broma de 'no sé para qué sirven tantos cubiertos', y yo, como Morticia Adams, despidiéndole. En Internet, una niña decía: 'Los padres de Naïm me dan miedo', y es que dábamos miedo. No me quejo, sólo es que era como si fuese huérfano'.
Intermedio. La señora, a la que llamaremos Bustos, ya tiene el teléfono de la orquesta Expresiones, donde el concursante Bisbal era vocalista. Habla con don José Antonio López, guitarrista, trompetista y administrador:
'A David le descubrió mi señora, que trabaja en un vivero de plantas, donde el chico hacía un curso de forestal, ya ve. Lo que es trabajo nunca nos ha faltado, aunque ahora, claro, nos contratatan por ser 'la orquesta del Bisbal', pero llevamos treinta años por los caminos. Me río, porque a nuestro modo también tenemos nuestra pequeña academia, con profesores de baile, de cante, menos bonito, más modesto, en una nave, que es donde ensayamos, y allí tienen para cantar y bailar tanto David como sus compañeros. Cuando él me vino había que pulirlo, y ahora en la academia me lo han repulido. Él sabe bien lo que es este trabajo; un dormir donde se puede, un no dormir, un no comer, el trabajar para cuatro borrachos a las siete de la mañana. Me río. Me hace gracia que en la academia hablan de la dificultad de aprenderse una canción a la semana, cuando él en una semana se ha aprendido ocho, y claro que ha cantado en inglés, y claro que me ha hecho latino, y pop; ésta es nuestra vida. Ahora me lo consideran uno de los mejores bailarines del país, pero él y yo sabemos lo que le costaba poner una pierna detrás de otra. Me lo están refinando, eso sí, porque facilidad de palabra no la tiene. Sí, sí, nosotros seguimos trabajando, somos de los que tenemos los pies en el suelo. Digo en broma que él se ha llevado la gloria, y nosotros, la pedrea. Se me fue al casting en octubre, y ya enseguida cogimos a un chico de 19 años que se llama Jesús'.
Autoayuda para evolucionar
Más publicidad. 'Nina es muy persona, y si escribe un libro de autoayuda lo pienso comprar', opina la señora que consideramos que se llama Bustos. En el bar todo el mundo está de acuerdo. 'Y qué bien dice la palabra evolucionar', añade una chica. El siguiente paso es llamar a Chicho Ibáñez Serrador, el inventor del Un, dos, tres..., que de tele entiende:
'¡Hubiera dado un brazo por inventar algo así! Algo que parece sencillo y no lo es, algo que es blanco y sin voyeurismo, pero que tiene audiencia. No, no estoy viendo el programa; yo veo los programas sólo hasta que sé de qué van. Además, por fin es un éxito para Nina, y ya era hora que se le hiciera caso. Ella estuvo conmigo de azafata, ya os acordáis. En estos años que hemos estado separados, Nina no lo ha pasado del todo bien. Ahora le diría que se buscara un manager y que se diera prisa, que aproveche este momento para triunfar por fin. La conocí a los veintipocos y era guapísima, con una figura... Y ahora lo sigue siendo, claro, pero la belleza no dura siempre'.
En la tele, la psicóloga de la academia avergüenza al concursante Tenorio por haber dicho una palabrota. ¿Conocerá la psicóloga a Marilyn Manson, ese cantante que escupe a su público? La señora que suponemos que se llama Bustos telefonea a un profesor de historia de la comunicación de la Universidad Autónoma de Barcelona, Joan Manuel Tresserras. Tanta bondad es sospechosa:
'El programa, como su nombre indica, es una operación. Una operación comercial a gran escala que aprovecha minuciosamente muchas de las posibilidades del negocio de la televisión. Y es un espectáculo; contiene elementos de concurso, suspense, competición e identificación. En una temporada se sintetiza toda una trayectoria que pasa por una primera selección, la formación y el esfuerzo de mejora... hasta el éxito. El atractivo entonces es el de las historias ejemplares. La productora del programa es un dios que garantiza todas las emociones con un calendario preestablecido, un dios que es más previsible que el destino y que promete una forma específica de éxito. Un juego con unas reglas específicas, como un mundo simplificado, donde unos que saben enseñan, y otros, los protagonistas, viven una experiencia excepcional que puede llevarles al escenario de los elegidos.'
En la tele sale el presentador, Carlos Lozano, al que la señora y los demás mirones, llaman cariñosamente El Cosita porque -según dicen- siempre les repite a las concursantes: 'Mi niña, mi cosita, no me llores'. Las tres generaciones que hay en el bar opinan que El Cosita es un gran comunicador, que además trata con mucha humanidad a Elisabeth, la azafata, que no habla, pero trae los sobres.
La señora ya está marcando el número de Pilar Tabares, la famosa miembro del jurado, jefa de musicales de TVE:
'Es increíble; llevo tantos años en Televisión Española, y ahora, después de todo este tiempo, soy la de Operación Triunfo. Lo de llevar el ritmo cuando cantan los chicos me sale, yo es que oigo una musiquita y la tarareo. A los chicos tenía mucho miedo de caerles mal, porque fui la primera que nominó a Nuria y a Geno. ¿No habéis visto lo que dicen de mí en Internet? Me maltratan mucho. Y ahora resulta que todo el mundo quiere saber dónde compro mis trajes de chaqueta y el body negro, y yo jamás me visto así, pero pensé: represento a televisión, me vestiré más seria. Nadie tenía idea de lo que iba a ser esto. Primero nos dieron mucha caña con lo de Gran Hermano dos, y por eso intentábamos no decir el verbo de ellos, nominar, pero luego nos relajamos. A Eurovisión creo que pueden ir todos excepto Verónica, que sí, sí, desafina. Yo digo que lo siento por los de Elche, pero también a veces los de Elche me han contestado: 'Oye, que somos de Elche, pero tenemos oído'.
'Y el dúo Los Pecos, ¿salió de algún concurso?', se preguntan los del bar. La señora marca el teléfono de Pedro, el Peco rizado, que no está. Marca el de Javier, el Peco rubio, que sí que está:
'Pues me han dicho que Bustamante ha cantado canciones nuestras, y me gustaría que supiera que a mí me encantaría oírlas. En nuestra época, nuestros contratos no fueron explotadores, fueron lo estipulado, por cinco años, con nuestro tanto por ciento de royalties, y el manager se llevaba su 20%. Estoy seguro que estos chicos de la academia, como cualquier artista, no están ahí por dinero, aunque eso no quita que pueda haber quien quiera aprovecharse. Cuando empezamos, Pedro tenía 15 años, y yo, 17; también ganamos un concurso, pero de radio, claro. En 1977 salió el single. No sé, a mí me gustaría ver cómo se van a defender estos chicos con canciones que sean nuevas, que no sean éxitos conocidos. Llevamos 25 años en esto, y en directo, ¿qué nos piden?: el Háblame de ti. Sí, Mi música es tu voz es nueva, pero ha salido cada día en un anuncio de televisión. Sí, igual Sabina jamás habría entrado en la academia, o le habrían echado cuando le hubiese tocado cantar algo de Chayanne. A lo mejor, a nosotros igual, pero en cualquier caso mi meta no fue nunca Eurovisión, y eso que Pedro ha mandado canciones por si las cogen. Yo estudié canto y armonía en el conservatorio cinco años, pero no sé si hubiera resistido la academia. Afortunadamente, vas con gente que te recuerda a cada momento que eso pasará. Todo pasa, hasta ese estadio lleno de gente gritando por ti'.
El Cosita despide la gala. Explica la señora que en Internet, en el foro sobre el programa, la semana pasada se leía: 'Salvad a Nuria', la concursante que ha sido expulsada. Pero también se leía: 'Salvad a Safiya', que no es concursante, es una nigeriana viuda que se quedó embarazada, por lo que iban a lapidarla. Y dice que para salvar a Nuria había que llamar al 906 42 42 39.
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