Bruselas propone una profunda reforma del sistema de venta de coches para evitar abusos
Alemania y la industria automovilística se oponen al plan que impulsa el comisario Monti
La Comisión Europea presentará mañana el nuevo régimen para la distribución de coches en la UE, con el que pretende poner fin a las prácticas restrictivas que imponen los fabricantes a sus distribuidores y facilitar la compra de un vehículo nuevo en cualquier país europeo. Además, los concesionarios podrán comercializar varias marcas y estarán autorizados a vender coches los supermercados y los concesionarios virtuales en Internet. La industria del automóvil y el país en el que ésta tiene más presencia, Alemania, se oponen a la reforma.
La industria del automóvil está a punto de perder buena parte de sus privilegios. Bruselas saltará mañana a escena con una propuesta para reformar sustancialmente el sistema actual de distribución y los servicios de posventa porque considera que las condiciones que los fabricantes imponen a sus distribuidores son anticompetitivas y cierra los mercados. La comercialización de varias marcas en un concesionario se hace hoy inviable y para los talleres independientes es casi imposible acceder a la información técnica necesaria para reparar coches cada vez más sofisticados.
Esto se traduce en que el consumidor no puede comprar con libertad un coche en el país donde le es más barato, ni repararlo en el taller mecánico que más le convenga. Por eso los servicios del comisario europeo de la Competencia, Mario Monti, proponen para acabar con estas prácticas un régimen más flexible en el que los fabricantes puedan elegir entre dos modelos para la distribución de sus coches y donde los talleres verán reforzados sus derechos. Éste es, en síntesis, el contenido de la propuesta:
- Distribución. Se proponen dos sistemas: uno, de carácter selectivo, que permitirá al fabricante elegir a sus distribuidores en función de criterios cualitativos (como calidad del personal, gama de productos, coches de demostración, salas de muestras) o cuantitativos como el número total de distribuidores y obligaciones de ventas mínimas. El otro sistema de distribución es de carácter exclusivo, por el que el fabricante podrá atribuir a un único distribuidor una zona de venta concreta o un grupo de clientes.
- Limitaciones. En ambos casos, el fabricante podrá distribuir y fijar la localización de sus concesionarios, salvo cuando la cuota de mercado sea superior al 10% (se baraja hasta el 15%). Bruselas propone que se prohíba a estos constructores el recurso a la 'cláusula de localización', para eliminar así el principal obstáculo al comercio paralelo y mejorar las oportunidades para la venta de coches nuevos más baratos a clientes de otros países de la UE. La compañía más afectada será Volkswagen, seguida por Ford y Renault y por General Motors y Peugeot-Citroën. Bruselas asegura que esto contribuirá a acelerar la integración del sector y la convergencia de precios. Un distribuidor podrá publicitarse en toda Europa.
- Nuevos actores. El fabricante podrá decidir si un supermercado o un concesionario virtual en Internet puede vender sus coches. Los distribuidores ya no tendrán que ofrecer obligatoriamente a sus clientes servicios de posventa.
- Multimarquismo. Con las nuevas reglas, los distribuidores estarán autorizados a vender coches de varios fabricantes, a condición de que se diferencien en los concesionarios los espacios reservados a cada marca para que no se confundan y preservar la identidad del fabricante. El consumidor podrá comparar así entre modelos de diferentes marcas. El distribuidor decidirá si pone vendedores distintos para representar a cada una de las marcas.
- Talleres. El fabricante podrá elegir los más cualificados para la reparación y el mantenimiento de los coches agregados a su red. Se mejorará el acceso de los mecánicos agregados a las piezas de recambio que hacen competencia directa a las de los constructores. Los talleres independientes también tendrán un mayor acceso a las piezas y a la información técnica existente para que puedan adaptarse a los cambios técnicos, así como a los útiles necesarios.
La propuesta que adoptará mañana la Comisión debe ser sometida a consulta con los sectores implicados y los Estados miembros antes de dar la luz verde definitiva. El objetivo es que las nuevas reglas entren en vigor a partir del próximo 1 de octubre, aunque se dejará un año de transición al sector para que se adapte a la nueva realidad.
La reforma que propone la Dirección General de la Competencia cuenta ya con la oposición frontal de Alemania, país con la industria del automóvil más fuerte en la UE, y del sector en su conjunto. La Comisión Europea insiste por su parte que es necesario un régimen diferente. Las cifras hablan por sí solas. Las diferencias de precios entre los mercados más baratos y los más caros en la zona euro de los coches más vendidos superan el 20%.
La Asociación Europea de Constructores de Automóviles (ACEA) rechaza de plano los argumentos de Bruselas y considera que el problema está en los impuestos. 'Los coches son más baratos ahora que hace unos años porque se ha hecho un esfuerzo importante para incrementar la productividad, pero el consumidor no se da cuenta. La falta de armonización fiscal es lo que hace que los precios no sólo sean más elevados sino que además sean diferentes entre países', afirma su presidente, Jean-Martin Folz.
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