'Ahora mismo estoy extraordinario'
A Luis Aragonés, de 63 años, cualquier cosa le vale para sacar ventaja. Incluso la peritonitis aguda que le afectó en julio, a los pocos días de empezar su enésimo trabajo en el Atlético. A ella se agarró el viejo sabio para dejar uno de sus gestos contundentes. Todavía convaleciente, con los puntos aún al aire, el técnico se puso al frente de un entrenamiento de la pretemporada. Ese mismo día, un jugador, Luque, se quedó en la cama aduciendo unas leves décimas de fiebre. Ese día, todos los jugadores recordaron que, a la hora del trabajo, Luis Aragonés va en serio.
Pregunta. ¿Ni las recomendaciones médicas pueden con su precisión en los gestos simbólicos?
Respuesta. ¡Un gesto de qué! Formar un equipo nuevo es complicado. No era un mensaje al club, ni a los jugadores, ni a nada. Sólo a mí, a lo que me estaba jugando. No podía permitirme el lujo esos días de por lo menos no estar presente. Ahora la gente ve que el ascenso está encarrilado, pero había que ponerlo en el camino.
'El Atlético no aburre. Su juego es aceptable para lo que tenemos. Aquí se confunde lo bonito con lo bueno'
'Yo no me tomo que Torres explote en figura como una obligación mía. Mi trabajo es devolver al club a Primera'
P. Pero si casi todos le conocían. En su nómina de fichajes se dio prioridad a que fuera gente que hubiera trabajado con usted a que fueran titulares en sus clubes.
R. La idea de los fichajes, que partieron de Futre, fue mezclar gente joven y con experiencia. Y, sobre todo, conseguir jugadores que se involucrasen en el objetivo de recuperar la salud de un equipo que fue el tercero de España y ahora está el veintitantos.
P. Se usó también el argumento de encontrar futbolistas que supieran adaptarse a la Segunda. ¿Tantas diferencias existen de una categoría a otra?
R. Lo que noto es que en Segunda la labor del entrenador es más concienzuda. Los jugadores no tienen la calidad de Primera. Y eso te lleva a trabajar más el balón parado, el sistema, el juego directo... En Segunda se usa más el rechace, la peinada, la continuación. Pero el fútbol no cambia mucho.
P. Atribuyamos a usted el mérito del ascenso, que, pese a la derrota ante el Leganés, parece encarrilado. Pero también habrá que cargarle la responsabilidad de que Fernando Torres no esté terminando de explotar en figura.
R. Es que yo no me lo tomo como una obligación mía. Yo le puedo aconsejar lo que sé, pero mi trabajo es devolver a mi club a Primera. Fernando, poco a poco, va demostrando que puede ser importante. Tiene dos o tres condiciones decisivas para ser un muy buen jugador. Pero también algunos defectos que tiene que pulir, ¿eh?
P. ¿Que son...?
R. Se podrían confesar, pero no me gusta. El que los tiene que saber es el interesado.
P. Lo cierto es que Torres no está encontrando un escenario demasiado dulce en este Atlético.
R. El parón con la selección juvenil le vino mal. Pero yo creo que ahora está en un buen momento. Ya se le ven cosas que había dejado de tener. Se va por los sitios donde yo quiero y él desea. Está entrando en la dinámica de hacer lo que necesita el equipo.
P. Pero solo, sin la ayuda de unos compañeros que parece que juegan en su contra.
R. No, hombre; no. Eso en el mundo del fútbol no ocurre. No ocurre nunca. Hay jugadores que se quejan, y por eso lo decís. Pero es mentira. Cuando uno no está desmarcado o no se mueve, no se la pueden dar. En el fútbol puede existir el jugador egoísta de cara al gol, que además debe ser así, y jugadores con panorámica más estrecha del campo. Pero si un jugador está desmarcado se la pasan.
P. ¿Y el público? No para de llenar el Calderón, pero se aburre. Porque el Atlético está arriba, sí, pero juega mal.
R. No, hombre; no. Lo que pasa es que llamáis fútbol a lo que no lo es. Para mí un sombrero o un túnel en el medio campo es mal fútbol y un regate en el área propia también. Y eso a muchos de vosotros os vale. El buen fútbol es seguridad de nuestra portería a la mitad del campo, velocidad de juego sin precipitación en el medio y sí, arriba, lo que se quiera. Hay quien aplaude sombreros en el medio, pero para mí son horribles.
P. O sea que le gusta cómo juega el Atlético.
R. El Atlético no aburre. Ha jugado mejor que los demás y por eso está donde está. Ha tenido partidos peores, pero porque también hay un contrario que presiona y no te deja jugar. Vosotros os imagináis un fútbol sin contrarios en el que siempre la tenemos que tocar nosotros, y no. El fútbol del Atlético es aceptable, dentro de lo que tenemos.
P. Convengamos al menos que al equipo le han cogido el truco. Marcaje a Movilla y adiós.
R. Es normal que los equipos sepan nuestros puntos fuertes. Y que presionen a Movilla. Pero no sólo a Movilla. Él es el hombre que toca más el balón, que más se ofrece. Si tapas el surtidor de todos esos balones, te meten en dificultades. Aun así, nosotros hemos seguido ganando y jugando bien. Lo que pasa es que jugar bien durante seis meses es prácticamente imposible. De tiralíneas, me refiero. Es que no hay un equipo en el mundo que lo consiga. Ni el Bayern, ni el Manchester, ni el Madrid. Movilla es nuestro pasillo de seguridad, pero cuando nos cogen a Movilla salta Nagore. Y, cuando no, tenemos a Dani, un futbolista de una técnica muy buena y que, además, está trabajando.
P. Y que se pasa la vida en el banquillo.
R. Cuento con él lo que considero y creo. Dani ha salido al principio también, ¿eh? Los jugadores se ponen y se quitan solos. Los jugadores se quejan en los periódicos, pero deben venir y demostrar. El jugador dice que tiene partidos. ¿Cómo? Tiene entrenamientos. Cuando uno no juega, que demuestre en los entrenamientos que puede hacerlo.
P. ¿Este equipo, estos jugadores, valen para Primera?
R. Valer sí vale. Pero para recuperar el sitio que tenía, como tercero de España, el Atlético va a tardar cuatro o cinco años. Hombre, el Betis y el Sevilla están arriba y estaban en Segunda. Pero, para mayor seguridad, el Atlético va a necesitar tres o cuatro jugadores.
P. ¿Y no convendría atar ya esos fichajes?
R. No. Ahora hay que ver cosas. Empezar a fichar, cuando el equipo esté en Primera.
P. El problema es encontrar dinero para fichar y para otras cosas. ¿Le preocupa la situación económica del club?
R. No he notado problemas. Los jugadores están bastante bien, no digo que no se les deba algo. El problema es que no sé hasta qué punto podemos saber con quién podemos contar, quién acaba contrato... En lo demás, a los nuestros se les debe alguna prima, pero eso ha pasado siempre.
P. ¿Es una ventaja haberse librado de la Copa del Rey?
R. A nosotros no nos interesaba la Copa para nada. Nos ganó bien el Rayo y lo dimos por bien hecho. No pasaba nada por tener dos campeonatos, pero no nos interesaba. No es el momento. Quizás en Primera... Aunque para mí todas las competiciones de Copa, hasta la UEFA, se han quedado atrás. Casi no interesan. Y no lo entiendo, porque eran campeonatos preciosos. Pero se han quedado en nada. En muy poco, vamos.
P. ¿Es exagerado decir que el Atlético tiró la Copa?
R. Es exageradísimo. El Atlético no ha tirado nada. Ese día nos echaron a un jugador, quisimos ganar y no pudimos. Llegó el Rayo y nos ganó. Punto.
P. ¿Va a seguir en el Atlético?
R. No sé. Que me gustaría seguir, pues sí, pero...
P. Porque de jubilación ni hablamos, ¿no?
R. No, es imposible. Hubo un día, cuando dejé el Betis, que pensé que a lo mejor. Pero me di cuenta de que es imposible. No puedo. Es mi vida. Y me siento fuerte. Estoy mejor que hace cinco o seis años, que sí me veía un poco cansado y tal. Ahora mismo estoy extraordinario.
P. Y hasta ha dejado de fumar.
R. No, no. Fumo menos, pero dejarlo no. Lo que no bebo es nada de alcohol y hago por cuidarme al máximo.
P. No negará que sobrevivir en este oficio es más fácil para usted, al que los periodistas le consentimos todo. Haga lo que haga, está bien, son cosas de Luis.
R. Me habré ganado algo, ¿no? Ser independiente es carísimo. Llevo muchos años y no he mentido nunca. Hay quien trata a la prensa en función de si la crítica es buena o mala. Yo os respeto. Y a la persona derecha la defendéis.
P. Ya, pero si es otro el que coge de la pechera a Eto'o se le acusa de racista.
R. No, no. Pero claro que hubo quien trató de decir lo de racismo. Yo soy vehemente. No valgo para decir fríamente que venga el abogado y le abra un expediente. Eso no sirve en el fútbol. En un vestuario hay rifirrafes y luego sanciones que se pagan con comidas. Las formas de abogado no sirven en un vestuario.
P. ¿Este año ha tenido que echar muchas broncas?
R. No, yo soy vehemente y hablo alto. Pero broncas, ninguna.
P. ¿Y ha tenido algún caso de los que se han puesto de moda? La juerga del Barça, la del Betis...
R. En un club hay días libres y cualquiera puede pegarse un día... Hay que darse cuenta de que estamos con gente joven y que con su tal puede divertirse y reír como cualquiera. Yo es que creo que hay que vender periódicos y que las cuentas son importantes. Estamos entrando casi en la prensa del corazón. Vas a comer a un restaurante y tienes diez cámaras.
P. ¿Es peligrosa esa moda?
R. Sí, es peligrosa. Primero, porque no nos podemos olvidar de que el futbolista puede tener la misma libertad que cualquier otra persona. Yo no leo que jugadores como Raúl no han podido salir con los amigos desde los 17 años. Y eso es duro. Quiere jugar en un billar y no puede. Para mí, eso es más interesante que los días en los que ha salido. Pero es que, además, el futbolista sabe que en su cuerpo tiene su negocio y no va a ser tan tonto, salvo rara excepción, de tirarlo por la borda cuando tiene mucho dinero que ganar.
P. Radomir Antic conquistó el único doblete del Atlético. Usted, una Liga y dos Copas. ¿Quién esta por delante en el santoral rojiblanco?
R. No tengo ni idea ni me preocupa. Yo no estoy aquí para estar en el santoral. Pero sí siento la entidad. Escudero y Griffa y Rivilla y Ufarte y Calleja y antes Ben Barek, que en paz descanse, y Carlsson, están en el santoral. Antic para mí estuvo bien, pero de santoral... El que lo meta está equivocado. Es como si yo por ganar una competición en el Barcelona formara parte de su santoral.
P. ¿Le da tiempo a seguir la Primera?
R. Sí, más o menos. Pero estoy más preocupado de la Segunda.
P. ¿Y qué le ha gustado?
R. El fútbol en España está bastante bien. Pero gusta más lo bonito que lo bueno. Es buena Liga, pero con ese matiz.
P. ¿Algún jugador?
R. Hay uno, Raúl. Sabe lo que tiene que hacer. Ha dejado lo bonito para hacerse práctico. Antes buscaba las vaselinas, ahora se dedica al gol. Se ha dedicado a ser buen futbolista. A hacerlo bien y no bonito.
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