El copiloto del avión de Binter dice que no recuerda la secuencia del accidente
Los heridos critican la deficiente atención dispensada por la compañía
El copiloto del avión de Binter Mediterráneo siniestrado el pasado 29 de agosto junto al aeropuerto de Málaga, Luis Checa, declaró ayer ante la juez que dirige la investigación del accidente que no podía reconstruir los momentos que precedieron al desplome del avión porque tiene 'importantes lapsos de memoria'. Al haber fallecido el piloto, el testimonio de Checa, citado como testigo, se consideraba fundamental para dilucidar si el siniestro se debió a un defecto del aparato o a un fallo humano.
Checa llegó a los juzgados poco antes de las 10.00 de la mañana, apoyándose en una muleta y acompañado de su abogado. No quiso hacer comentario alguno fuera del despacho de la juez de instrucción Juana Criado. En la transcripción de su declaración, a la que ha tenido acceso este periódico, se recoge, debido a los 'importantes lapsos de memoria' del copiloto, un confuso relato de los hechos ocurridos entre las 09.37 y las 10.17 horas del 29 de agosto de 2000, cuando el avión que volaba desde Melilla con 47 personas a bordo se desplomó a 230 metros de la pista de aterrizaje del aeropuerto de Málaga dejando un saldo de cuatro muertos y más de una treintena de heridos.
Según este relato, los dos tripulantes detectaron poco antes de llegar a Málaga 'que se había encendido el piloto de fuego del motor izquierdo', por lo que procedieron a 'parar el motor y descargar los extintores'. Para esta maniobra es necesario aumentar la potencia en el otro motor a fin de evitar que el avión se desplome. Checa manifestó que 'aunque no recordaba que el motor derecho se llegara a parar, necesariamente tendría que haberse parado, porque si no el avión podría haber seguido volando'. También negó que se hubiera parado ningún motor antes de ese momento durante el trayecto.
La versión del copiloto difiere de la de algunos pasajeros, que tras el accidente manifestaron que el motor izquierdo no había funcionado en todo el vuelo. La historia tiene otras zonas oscuras, pero de otro tipo. Uno de los supervivientes, Francisco Gabaldón, que acudió ayer a los juzgados, denunció el 'pésimo trato' recibido por Binter y por su compañía aseguradora, Busini. 'No nos han informado de nada; hemos tenido que pagar parte de los tratamientos recibidos y en algún momento se han negado a hacernos pruebas en las clínicas concertadas argumentando que la compañía no paga', dijo.
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