Holanda culmina la adopción de la moneda única y abandona el florín
'Somos los campeones de Europa', exclamó ayer Nout Wellink, presidente del Banco Central de Holanda, ante la impecable transición del florín al euro culminada ayer por sus compatriotas. Excepción hecha de los 47 millones de euros requisados por la policía en círculos criminales y de las 59 detenciones efectuadas hasta la fecha por presunto blanqueo de dinero, los holandeses han despedido su vieja divisa con la sobriedad y eficacia que les caracteriza. La única señal de alarma la dio la Asociación de Consumidores ante el aumento indiscriminado del precio de las bicicletas, discos compactos, vídeos y menús.
Los holandeses, felicitados ayer por su civismo por el Rabobank y el Foro Nacional para la Introducción del Euro, podrán ingresar gratis en los bancos los florines que les queden hasta el 1 de abril. El banco central ha recuperado más de 200 millones de billetes antiguos. Los cambiará por euros hasta finales de 2002. El 1 de enero, el 90% de las transacciones se hicieron ya en euros, pero un 80% de la población piensa aún en florines.
Algunos supermercados han redondeado a la baja el precio de sus productos. Ello evita además el difícil uso de las piezas de uno y dos céntimos. Tanto el Banco de Holanda como el Ministerio de Finanzas apuntan a que ambas monedas acabarán por desaparecer.
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