Los vecinos reclaman más presencia policial para frenar el 'botellón' los fines de semana

Unos 400 vecinos del distrito de Centro escenificaron ayer a las puertas del Ayuntamiento de Madrid lo que en los últimos años se ha convertido en su mayor pesadilla: el fenómeno del botellón. Los afectados, residentes en los barrios de Maravillas, Malasaña, Las Letras y Chueca, entre otros, reclamaron más presencia policial para frenar las reuniones juveniles de fin de semana que han derivado, dicen, en 'actos vandálicos'. El delegado del Gobierno, Francisco Javier Ansuátegui, respondió: 'Madrid es muy grande y los medios que tenemos son los que tenemos'.

La plaza de la Villa se convirtió, en poco más de media hora, en un escenario lleno de cristales rotos, botellas vacías, alcohol, hogueras y una inmensa algarabía. Con este acto, los afectados querían demostrar cómo quedan las plazas y calles de varios puntos de Madrid tras el paso arrollador de las aproximadamente 500.000 personas que cada fin de semana se reúnen para beber en la vía pública. 'Esto es sólo una prueba de lo que padecemos los domingos por la mañana, sin que nadie haga nada para remediarlo', declaró un afectado.

Con consignas como 'hasta los huevos, estamos hasta los huevos', 'A Manzano y a Gallardón les gusta el botellón' y 'estamos hartos de meadas, pintadas y hogueras', los vecinos reclamaron presencia policial para frenar estas reuniones masivas que han derivado ya, dicen, 'en actos vandálicos, agresiones y amenazas'. Según los afectados, la zona más perjudicada es la plaza del Dos de Mayo, donde algunos vecinos 'hasta tienen miedo de salir a la calle'.

'Ríos de orina'

En esa plaza, el Ayuntamiento ha tenido que vallar un monumento porque en más de una ocasión ha sido víctima del gamberrismo. 'Tenemos una sensación total de impunidad. Cada fin de semana tenemos que soportar ríos de orina, y hasta ataques a edificios. Y la policía no acude a nuestra llamada. No entiendo cómo una juez [en referencia a la concejal de policía, María Tardón] ordena que no acudan los agentes', declaró Carlos Delgado, vecino de la zona del Dos de Mayo.

El delegado del Gobierno, Francisco Javier Ansuátegui, se refirió al asunto del botellón y expresó su 'preocupación' por este fenómeno, pero no dio demasiadas esperanzas a las exigencias de los vecinos sobre la presencia policial: 'Madrid es muy grande y los medios que tenemos son los que tenemos', señaló. Y añadió: 'El análisis permanente de las enormes concentraciones de gente los fines de semana es algo que preocupa a la policía desde siempre'.

'Nosotros no pedimos un Estado represivo, pero queremos que haya una presencia policial proporcional al número de chicos, pero no para que carguen, sino para que estén pendientes de lo que sucede', declaró, por su parte, Enrique Reboto, portavoz de la Federación de Asociaciones de Vecinos.

Los vecinos también reiteraron su rechazo por 'blandas' a las medidas que el pasado viernes anunció el presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, y que incluyen, entre otras cosas, castigar con tareas sociales a los jóvenes que consuman alcohol en la calle. 'Eso es insuficiente. Estamos ante un problema no sólo de orden público, sino social y sanitario', afirmó otro afectado.

Según la Federación Socialista Madrileña, las medidas a adoptar contra el botellón pasan por 'el cumplimiento de las normas vigentes, las labores de prevención en el consumo de alcohol y por las alternativas de ocio saludable más que por la aplicación de medidas prohibitivas y coercitivas, cuya eficacia a largo plazo es siempre más limitada'. El secretario general de la FSM, Rafael Simancas, exige 'medidas más consensuadas y eficaces', que protejan la salud de los jóvenes contra el botellón, un problema que él considera 'de máxima envergadura'.

Los residentes en las zonas de Chueca, plaza del Dos de Mayo, Santa Ana y Justicia, entre otros, han creado una plataforma vecinal para seguir adelante en sus reivindicaciones. 'Esto es sólo el principio', afirmaron. En 15 días harán una gran manifestación.

Durante la noche del pasado sábado, el Samur-Protección Civil atendió a cuatro menores que practicaban el botellón y sufrían intoxicación etílica. Los médicos localizaron en el distrito de Fuencarral a los familiares de uno de ellos (una chica de 17 años).