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El PP catalán limita su contribución al congreso nacional a 83 enmiendas técnicas

El Partido Popular (PP) de Cataluña no tendrá previsiblemente una participación demasiado destacada en el 14º congreso nacional del partido, que se inaugurará mañana en Madrid. El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, firma una de las ponencias que se debatirán -El patriotismo constitucional del siglo XXI-, pero la vinculación efectiva de éste con la estructura del PP catalán es prácticamente inexistente: hace más de dos años que no pisa la sede regional y no asiste a su ejecutiva desde marzo de 2000, según fuentes del aparato. La aportación real del PP catalán y de sus 139 compromisarios que asistirán al cónclave, por tanto, se reduce a la presentación de un total de 83 enmiendas, en su mayoría de contenido meramente técnico.

A juicio de los militantes críticos con la actual dirección catalana, este nivel tan bajo de participación -cada compromisario catalán presenta una media de 0,6 enmiendas- es un reflejo de la supuesta decadencia interna que atraviesa el partido, huérfano de debate. En cambio, en opinión de los militantes vinculados a la actual estructura dirigente se trata de una demostración de la sintonía con Madrid y de la falta de conflictos internos.

Una veintena de las 83 enmiendas las ha presentado el mismo militante: el vicesecretario general de Acción Sectorial y portavoz adjunto del PP en el Parlament, Daniel Sirera, según informan fuentes de la dirección provincial de Barcelona. Sirera se ha inscrito a la ponencia de Estatutos, la que ha arrojado mayor controversia como consecuencia de las enmiendas de Francisco Álvarez Cascos, y persigue, entre otros objetivos, que el logotipo del partido pueda adaptarse en función de las distintas comunidades autónomas e incluir todas las lenguas del Estado, según las mismas fuentes.

En el anterior congreso, celebrado en enero de 1999, Cataluña desempeñó un papel relevante: el líder regional, Alberto Fernández Díaz, asumió la presidencia del cónclave ante la inminencia de las elecciones autonómicas, Josep Piqué cogió el carnet de militante y el ex líder regional Aleix Vidal-Quadras se mantuvo contra pronóstico en la ejecutiva. Vidal-Quadras -la bestia negra de la actual dirección regional- milita ahora en Madrid, y una de las incógnitas por despejar es si este cambio implicará que Cataluña vea reducida su presencia en el máximo órgano del PP o si, por el contrario, un nuevo dirigente catalán se incorporará a la ejecutiva en sustitución de Vidal-Quadras.

Josep Piqué y Alberto Fernández Díaz tienen garantizada su continuidad en el comité ejecutivo nacional y es probable que Santiago Fisas se mantenga en este órgano. En el caso de que Aznar opte por mantener a cuatro miembros del PP catalán, lo que no está garantizado, una de las personas bien situadas es la portavoz del partido y diputada autonómica por Girona, Alicia Sánchez Camacho.

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