Sesiones cortas y sin presos

Una de las limitaciones que presenta el Aula Judicial de Derecho es la imposibilidad de celebrar juicios en los que el acusado esté en prisión preventiva, o que requieran especiales medidas de vigilancia. 'Eso comportaría la dificultad de traer un furgón policial, y además el espacio no está acondicionado para garantizar las medidas de seguridad necesarias', explica el decano de la Facultad, José Manuel Ruiz Rico.

Por la vocación didáctica de esta sala de vistas, también se ha pensado en la conveniencia de que en ella se diriman principalmente juicios rápidos, algunos de los cuales permiten incluso que el acusado escuche su sentencia inmediatamente después de la vista.

Por eso ayer predominaron los casos relacionados con el tráfico, pequeños delitos de robo o asuntos menores de drogas. Y dieron bastante de sí: los alumnos pudieron contemplar desde un acuerdo entre partes que permitía ahorrarse el juicio al conformarse el acusado con su pena, hasta declaraciones contradictorias entre acusados y testigos.

En algún caso, los nervios que empañaron la exposición de un letrado joven inundaron la platea de susurros de 'qué malo'. Sin embargo, al final de la vista el juez puso las cosas en su sitio y reconoció lo acertado de su argumentación legal.

En ocasiones, el magistrado Linares azuzaba a los jóvenes para que participaran en el debate. '¿Qué opina el jurado?', bromeaba. Algunos demostraron estar bastante puestos, por ejemplo, en el código de la circulación, y plantearon preguntas de notable altura técnica.

En los próximos meses, los estudiantes podrán presenciar también vistas orales de las jurisdicciones Civil, Social o Contencioso-Administrativa. Y, aunque el presidente de la Audiencia, Manuel Torres Vela, no confía mucho en que la nueva sala permita descongestionar los juzgados malagueños, sí reconoció que 'es bueno disponer de una sala con tanto aforo para determinados casos'.