'Sería intolerable un pacto secreto entre Berlusconi y los jueces'
Piero Fassino, turinés de 51 años, llegó a la secretaría general de los Demócratas de Izquierda (antiguo Partido Comunista Italiano) en el congreso de noviembre pasado con un programa reformista que se mira en el espejo de los grandes partidos socialistas europeos.
Pregunta. ¿Qué pasa en Italia?
Respuesta. Hay un aumento de la agresividad política del Gobierno de Berlusconi sobre diferentes cuestiones, desde la política europea a la justicia. Aznar es un líder conservador que habla de la necesidad de 'más Europa'. Berlusconi cree que se necesita menos Europa. Hay una diferencia abismal. Por primera vez en mucho tiempo, en Italia hay un Gobierno, no diré euroescéptico, pero sí frío, que no apuesta por Europa.
P. ¿Por qué esta frialdad?
R. En primer lugar, Europa no figura en los genes del centro-derecha desde un punto de vista cultural. La Liga Norte es expresión de un populismo corporativo y local. Alianza Nacional no procede de una cultura europeísta, ni tampoco Forza Italia. La segunda razón de esta frialdad hacia la UE es que se unen el populismo y el corporativismo local de la Liga con las nostalgias neoproteccionistas de Tremonti .
P. ¿Pero ese proteccionismo de Tremonti tiene una base social?
R. Sí. En toda Europa ocurre. En un momento como éste, en el que Europa entra cada vez más en la vida de la gente, aumenta el miedo porque surgen preguntas como ¿qué va a pasar ahora que tenemos una sola moneda?, ¿ganaré lo mismo que antes? Son temores naturales. El cambio determina esperanzas, pero también dudas.
P. ¿La polémica sobre la justicia tiene algo que ver con Europa?
R. No. Existe una relación con el mandato de captura europeo, pero con la justicia nos enfrentamos a un viejo problema agravado por dos razones: por un lado, porque este Gobierno tiene un programa de reorganización de la justicia que apunta a someter la magistratura al poder, vulnerando uno de los principios constitucionales de nuestro país, que es la independencia de la magistratura. Y, segundo, a esta línea se añade el intento de impedir un proceso en Milán . No se pueden subvertir las reglas y las leyes de un Estado por una persona.
P. ¿Se refiere al pacto secreto revelado por el diario La Repubblica para congelar los procesos en los que está implicado Berlusconi?
R. Sí. Es un tema que no se puede tomar en cuenta siquiera. Si se llevara a cabo sería un atentado contra el Estado de derecho, que se basa en el principio de que la ley es igual para todos los ciudadanos. No se puede tolerar.
P. Los sondeos siguen siendo favorables a Berlusconi, ¿por qué?
R. Por dos razones. La primera es que en apenas ocho meses de trabajo ningún Gobierno se come su consenso. Y en segundo lugar, Berlusconi es un comunicador, un ilusionista extraordinario que transmite la idea de que está cambiando al país. Y eso es eficaz.
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