El futuro incierto de San Telmo
La falta de acuerdo para convertirlo en el Museo de la Ciudad obliga a redactar una nueva propuesta
Hace ahora un siglo, San Sebastián inauguró el Museo Municipal Histórico y Artístico de la ciudad, que, tras pasar por dos ubicaciones distintas, se reinauguró en 1932 en su actual sede: el antiguo convento dominico de San Telmo. Aquí descansan los 16.000 objetos que constituyen las colecciones de bellas artes, etnografía, historia y arqueología del museo, aunque sólo una parte está expuesta al público.
Con esta carta de presentación, el Museo San Telmo (de gestión municipal y propiedad compartida entre el Ayuntamiento y el Gobierno central) tiene tras de sí un pasado con más de un proyecto de redefinición y revitalización que no llegó a ver la luz, mientras mira hacia delante con incertidumbre, sin terminar de concretar sus futuros usos, su personalidad. Sobre la mesa, la propuesta de convertirlo en Museo de la Ciudad, que, por ahora, carece de respaldo suficiente.
El proyecto frustrado más conocido y reciente data de 1994, cuando el Gobierno vasco, la Diputación de Guipúzcoa y el Ayuntamiento llegaron a un acuerdo para renovar San Telmo bajo la definición de Museo para la Cultura Vasca. Pero tan sólo un año después, afloró un problema de disponibilidad presupuestaria (estaban entonces en marcha el Guggenheim y el Kursaal) que aparcó el proyecto, lo que no impidió la restauración del claustro y el torreón del antiguo edificio. Llegó así el 2000 y las tres instituciones vascas retomaron la idea, que ha quedado definitivamente en saco roto, después de que sendas partes firmaran el año pasado un convenio para habilitar un Centro Internacional de Cultura Contemporánea en el edificio de Tabacalera.
'Se ha llevado el gato al agua. La voluntad de colaboración in-terinstitucional ha preferido esa escala de proyecto', con lo cual 'San Telmo es de nuevo el pagano', reconoce el director del Museo San Telmo, Rafael Zulaika. Ahora bien, la necesidad de aportar nuevos aires al museo no de-sapareció, de manera que Alcaldía, en manos del PSE, encargó al propio equipo de San Telmo un documento de bases para definir su futuro. El informe, que se presentó en junio, planteaba convertir San Telmo en un Museo de la Ciudad, propuesta que fue rechazada por el resto de los grupos políticos municipales, que en sus alegaciones, entre otras cosas, han mostrado su preocupación por el futuro de las colecciones existentes.
'Quizá no hemos sido capaces de explicar bien lo que queríamos hacer', se autocritica el director de San Telmo. Y relata que la propuesta inicial de renovación incluía atender tanto las colecciones como la ciudad de San Sebastián. 'Se trataría de mostrar los fondos al público de una forma más atractiva, haciéndolos rotar y utilizando las nuevas tecnologías', relata Zulaika, quien opina que entre las colecciones no destaca una en concreto como para especializar el museo. Pero además, el edificio contaría con un espacio en el que se hiciera a la ciudad 'el caso que no se le ha hecho', añade.
La cuestión es que, ante la falta de consenso y tras escuchar las alegaciones de los partidos y colectivos sociales, el equipo de San Telmo tiene deberes de aquí a Semana Santa: redactar una nueva propuesta, que 'podría resolver los interrogantes que hay, pero mantener la filosofía global de la primera opción, o podría ir matizando y derivando la propuesta inicial de documento' hacia otro plan, apunta el director.
En este proceso de reelaboración, el equipo de San Telmo permanecerá 'atento' al documento que recoja las líneas directrices del proyecto de Tabacalera, que está previsto que se presente el próximo mes de febrero, según indica Zulaika, quien, en cualquier caso, advierte que 'San Telmo no puede esperar siempre a los demás'.
'Una inoperante trayectoria'
Son una docena de personas relacionadas con el mundo del arte y la cultura las que han rubricado un escrito especialmente crítico tanto con la trayectoria de San Telmo, a la que tildan de 'errática' e 'inoperante', como con la idea de convertirlo en Museo de la Ciudad, al menos bajo el diseño planteado hasta ahora. En opinión de este colectivo, del que forman parte nombres como Edorta Kortadi, Félix Maraña o Fernando Golvano, la definición del nuevo San Telmo debe realizarse 'a partir del estudio de las necesidades museísticas generales de nuestro entorno y del reconocimiento del patrimonio existente', que no se exhibe 'adecuadamente'. En este sentido, subraya que el Centro Internacional de Cultura Contemporánea de Tabacalera, cuyas características 'no se encuentran perfiladas', ha de influir en el replanteamiento de San Telmo. Un replanteamiento para el que exigen 'una mayor participación de la ciudadanía y las entidades o personas vinculadas al ámbio cultural'. Y es que, a juicio del profesor y crítico de arte Fernando Golvano, 'se ha dado un triple salto hacia no sabemos muy bien dónde, inventándose un Museo para la Ciudad en dos días sin discutirlo ni confrontarlo'.
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